El heredero
(Poesía)
  
  
Tan solo con cuatro años me sentía u maestro
Agarraba la guitarra he inventaba con mis dedos
Notas que nunca salían ¡para mi era un concierto!
Me sentaba frente a el, yo quería acompañarlo
En zambas y chacareras, en gatos o algunos valses.
El día se iba pasando, en la casa del abuelo
No importaba el tiempo, ni lo que dijeran mis padres
Lo importante era estar con el, con mi abuelo el musiquero,
Así le decía yo, porque no solo era mi abuelo
Era mi amigo y también mi concejero.
De sus nietos, el que más tiempo pasaba,
Con sus juegos, su guitarra
Contándome mil historias, que solo a el le pasaban.
Cuantos consejos me distes, todos salieron muy ciertos
Y una tarde entre guitarras, me nombraste tu heredero.
No solo guarde concejos y tu historia de vida
También atesoro el respeto y  un puñado de recuerdos,
Tu sombrero, tu bastón y algún que otro pañuelo
 Que rodeaba tu cuello, dándole estampa a tu cuerpo.
Y ya ves, a pasado mucho tiempo
A tu herencia cada día, la lleno de conocimientos,
Porque la vida también, me demuestra todo el tiempo,
Que las cosas mas simples, no se borran con el viento.
Con mis nostalgias a cuestas y mi caminar lento
Con la cabeza en alto, llevo todos tus consejos.
Tiendo la mano a un amigo, respeto a quien me respeta
Y ago valer mi ignorancia, cuando no encuentro respuesta.
Que herencia me has dejado abuelo, lo mejor que se le deja a un nieto,
Tus concejos, tus ejemplos, se hacen grandes con el tiempo.
Como me gustaría ser trasmisor de tu herencia
Y repartirla entonces, entre los que más quiero,
Para así poder dejar, plasmados mis pensamientos
Y dejarles como herencia, mis vivencias a mis nietos.
 
 
 
 
Autor: Luís Oscar M. Labeguerie