Un gigante sol,
Amanece en mi pueblo,
Se despereza el rocío,
De a poco con su calor.
Las calles bordeadas,
De enormes plátanos brillantes,
Van despertando,
Esperando caminantes.
El día se abre paso,
Sobre mi pueblo dormido,
Para que nadie crea,
Que ha quedado en el olvido.
El rio se ondula,
En la arena tibia de la orilla,
Luego seguirá su paso,
Igual que otros días.
Las escuelas, se van
Llenando de niños,
El tibio sol ha aparecido,
Y de blanco se han vestido.
Al trabajo cada quien,
Ha partido,
Otro día ha empezado,
Terminara cuando el sol este escondido.
Amanece en el lejano,
Pueblo mío,
Aunque no te tenga cerca,
Siempre estas conmigo.