Calcar tus formas y redomas
y moverme entre ellas a mi antojo.
Tocar el teclado de tu cabellera
y hacer música besando tu melena.
Que vivamos en un golfo suave
donde lo extásico se haga palpable.
Penetrar nuestros propios perímetros
con el sabor de quienes gustan de sí mismos.
Amarnos para siempre en los remansos albos
mientras nos entregamos a la tarde como albatros.
Tú y yo tendidos como puentes
para amarnos indecentemente.