Sobre la Voluntad Divina

Hace un par de años en un restaurante de la pequeña ciudad donde vivo, mientras almorzaba con mi esposa, una conocida vieja vendedora de gelatinas (jalea dulce de pata de res) se nos acercó a vendernos una de sus bolsitas que frecuentemente le comprábamos, pero en esta ocasión ella se veía descompuesta y con rastro en sus ojos de haber llorado. Le preguntamos qué le sucedía y en seco nos respondió: -¡Este fin de semana que pasó a mi hija la degolló su novio... la asesinó cortándole su garganta con un cuchillo, por celos!- Y estalló en lágrimas.

Ante tan macabra respuesta, mi esposa y yo nos quedamos mudos sin saber qué decir, y la pobre señora entre sollozos agregó: -¡Eso no se lo perdono a Dios!

Con las palabras más suaves y el tono más dulce del que pude hacer gala decidí intentar no dejarle perder la Fe, ahora que ella más la necesitaba. Le pregunté: -¿Quién le dijo que era culpa de Dios?

-El cura que ofició la misa del funeral me dijo que esa era la Voluntad de Dios... -Me respondió con rabia en el corazón.

-¡Ese padre está muy equivocado! -le dije-. Jamás un asesinato es Voluntad Divina, ni siquiera un accidente con culpa humana lo es. Eso fue voluntad de un hombre equivocado, producto tal vez de un desequilibrio mental, o de consumo de drogas o de alcohol, o hasta Satanás estuvo detrás... Pero nunca fue Dios quien quería que él matara a su hija. Fue la voluntad de ese hombre. Como lo es la voluntad de un hombre ebrio que se hace al volante de un carro y atropella a alguien causándole la invalidez o muerte, ahí tampoco fue la Voluntad Divina. Dios es nuestro Padre Creador, ¿qué padre quiere que una de sus hijas muera degollada?

-¿Cierto que Dios nunca quiso que mi hija muriera asesinada? -Su alma pedía a gritos que se le confirmara lo que su corazón, intuición o percepción le decía, pero que un muy equivocado e inoportuno comentario de alguien tan supuestamente conocedor como es un sacerdote la confundió y mucho daño le hizo.

-Jamás. Nuestro Padre Celestial o la Divina Providencia o Dios o como quiera llamarle, no quiere que nadie muera o renazca a la maravillosa Vida Eterna por medio de un homicidio, por la mano o acto culposo de un humano... -Mi esposa y yo le hablamos más al respecto, hasta que sentimos que estaba en paz con Dios y consigo misma. Fue una conversación y un momento verdaderamente estremecedor y retador.

Y es que el "eso fue la Voluntad de Dios" se ha vuelto un formulismo irresponsable que se pretende usar para todo acontecimiento desagradable o doloroso en la vida de los demás y nuestro, lo que muchas veces es una grave falta a la verdad. Primero debemos comprender que el más grande regalo que Dios o la Divinidad nos otorgó, que ni siquiera a los ángeles le dio, fue el Libre albedrío o libertad total de actuar en este mundo, hasta el extremo de que podemos quitar la vida a cualquier otro ser vivo, incluso nuestra propia vida. ¡Libertad absoluta! Tanto así que ni siquiera interviene para impedir que un ser ciegue la vida de otro ser... ¿En todos los casos? Creo que no, pero eso ya es otro tema de discusión teológica.

Aceptémoslo o no, la dura verdad es que ante muchísimos actos de los hombres es la voluntad de ellos y no la de Dios la que arroja el siniestro o macabro y doloroso resultado para otros hombres y seres vivos de la Naturaleza, la que a propósito también fue creada por Dios para nuestro buen uso, administración y conservacion.

Abel Carvajal, abril 16 de 2010. 
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