Polet de los ojos azules
Publicado en May 26, 2009
La conocí en el Happy Aguas Pub, se acercó y me saludó… su nombre, como olvidarlo, se llamaba Polet… hay noches en que retumba como un eco interminable: Polet, Polet, Polet de los ojos azules…
Recuerdo que hablamos poco y bebimos mucho… el precio fue lo de menos, yo había comprado el amor de Polet y ella me pertenecía completamente esa noche. Cuando llegamos al motel, el temblor compulsivo que había disimulado (hasta cierto punto) excusándome en que hacía frío, se convirtió en una temblorina irrefrenable, una mezcla macabra de nervios, alcohol y excitación. Pero ella parecía no darse cuenta, seguramente había atendido a cientos de primerizos, antes; entramos al cuarto y sin más, se desnudó… Polet por fin estaba allí, llenando la habitación de luz, con sus enormes ojos azules. Pero entonces tuve una sensación de muerte, se me volvieron las tripas, salí corriendo al baño y vomité como nunca. Luego, pálido aún, decidí encarar la situación como el hombre que pretendía ser, pero ella se había dormido. La contemplé durante horas imaginando que la poseía de mil y una formas distintas. La razón me gritaba que debía despertarla, pero los miembros no me obedecían…es que afrontar esa primera vez me paralizaba de miedo. Pero Polet abrió los ojos y avivó el fuego de las voces que consumía mi mente, era la certeza de que no podría hacer lo que tenía que hacer, jamás podría consumar con Polet, todo fallaría y ella vería con sus ojos azules mi gran frustración y mi vergüenza. Y me dejé llevar por los más oscuros demonios: rompí el espejo del baño, tomé un trozo de vidrio, le arranqué los ojos azules a mi linda Polet, para que no pudiera ver mi miseria, y todo manchado con su sangre, me cercené de cuajo los genitales… No se que pasó después con ella, supongo que mantiene su antiguo oficio, pero en sus penumbras debe acordarse de mi, yo sueño cada noche que por fin puedo poseerla.
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VICTORIA