Palomera
Publicado en May 27, 2009
Recuerdo que de niño me sentaba horas en la vereda. Al frente siempre estaba la más dulce anciana pordiosera que siempre pedía una moneda para comprar pan y alimentar a las palomas. Yo era el niño que cada tarde le daba esa moneda...
Nadie más, solo yo vi cuando la rodearon las palomas, se convirtió en una de ellas y por fin pudo volar más allá del sol, al cielo con forma de palomera.
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Guillermo Salgado
Elvira Domnguez Saavedra