BELEN
Publicado en May 11, 2010
BELEM
Con apenas ocho años quise escribirte y decir tantas, pero tantas cosas que mi mente se quedó en blanco. No supe decir nada de tu nombre. Ni de tu calidad de madre. Ni de tu voz. De esa melodiosa armonía que entonaba con una tristeza infinita las canciones de María Greever o los tangos interminables y trágicos o los dulces boleros o la troba yucateca. No supe decir nada de tu diario sacrificio ni de tus largas jornadas ni de tu deseperación. No supe decir nada de tu serenidad ante la inquina, ante el rancor, ante la ofensa, el desprecio el dolor. No pude decir nada de tu férrea, de tu minuciosa dedicación a las diarias labores generadas por los seis destinos que brotaron de tu vientre. Y un día vi cómo fue que tu vida se extinguió silenciosa, serena, sin una queja sin rancor, sin resabio con una mirada triste ensimismada vehemente. SAN JERÓNIMO LÍDICE, MAYO 10 DE 2010.
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Mara Ester Rinaldi
Muy sentido. Me has conmovido.
Un gran y afectuoso abrazo....María Ester.