Estribos
Publicado en May 13, 2010
Leyendo a Wiiliam Faulkner
pierdo mi tiempo y los estribos. siento una mazorca desgarrando mi carne, olisqueo queso rancio en los rincones del cuarto. el sol incoloro brillo de las violaciones y las guerras. unto mi mano en sangre mierda flujo saliva esperma mientras el otoño derrama sus hojas sobre las calles ruidosas al costado de la ruta. a lo Bukowski bebería hasta la derrota. pero la derrota es esta siesta apacible mientras las fabricas humean. aunque beber sea siempre una buena forma de amar la vida. garabateo letras palabras construcciones lúdicas de la mentira. antes que el verbo fue el acto. cierto. pero el acto no habla no se dice a si mismo no se revela como verdad. podría cortarme esta lengua para desterrar por siempre los discursos y martillar mis dedos para impedir la escritura. seria puro acto, odio amor locura paz en estado puro. o seria un fantasma dejado de lado en algún rincón olvidado. eso si silenciaría el dolor devoraría trocitos de angustia de la conciencia. feliz, lo que se dice feliz, es un lujo de la imbecilidad.
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facundo aguirre
Hoz Leudnadez
Hoz Leudnadez
inocencio rex
una joya
facundo aguirre
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Roberto Langella de Reyes Pea
Siempre nos quedamos con nuestras verdades a medias, por otra parte. Todo lo que escribimos es discutible, seguramente. Un abrazo.
facundo aguirre
Roberto Langella de Reyes Pea
facundo aguirre
Roberto Langella de Reyes Pea
Pero está esta cuestión, desde el principio de los tiempos, del realiismo opuesto al nominalismo (y desde este punto de vista sí debiera darte la razón). Luego, el conceptualismo intenta dirimir esta dicotomía, integrar los opuestos.
Como fuere, creo que uno es lo que hace, uno es verbo (acción); lo demás son opiniones, sentimientos, sensaciones y pensamientos. Nada de eso vale demasiado la pena, o no tienen por lo menos la sobrevaluación que nosotros les conferimos.
Somos lo que hacemos amigo, si hacemos cosas malas somos malos, si hacemos cosas buenas somos buenos, pero por favor, no entiendas que hablo de bueno o malo desde un punto de vista moral, como sinónimos de virtud y delictuosidad, por ejemplo. Somos buenos y malos todos los días, quiero decir. Vos te matás con cocaina, yo me mato con tabaco; no hay demasiada diferencia, no al menos en las consecuencias finales.
Insisto, el acto es lo único verdadero, que habla por sí mismo. Lo que pasa es que ultimamente la humanidad anda muy distraida, sin prestar atención. Se fijan más en lo que decís que en lo que hacés, que es lo que realmente sos. Por lo menos, si yo te quiero, es por lo que hacés, no tanto por lo que decís. Dirás que lo que yo sé que hacés es decir. Es cierto, pero cuánto que hacés diciendo, Como pocos, y es lo que más valoro de vos. Un abrazo.
Roberto Langella de Reyes Pea
facundo aguirre