En la penumbra de la alcoba
sus ojos se posaron
en un punto allá lejano.
Trás la mirada perdida y confundida
dos perlas cristalinas
rodaron por sus mejillas.
Impávida y absorta
dejose llevar hasta las sombras.
Sus ojos se cerraron y sus pupilas se dilataron
con inquietud y asombro el brillo los encandiló.
¡Oh! ¿Que está pasando?
Tratando de mirar sin poder ver
entre la oscuridad y el resplandor
toda su belleza se desdibujó.
Las lágrimas brotaron desde dentro del alma,
esto indicaba que la situación etaba descontrolada.
En ese punto allá lejano
donde dos perlas se depositaron,
dibujada estre las sombras
la imagen apareció... y
del sueño más preciado
ella despertó!