Conclusión, segundo ciclo
Decadente círculo que se estrecha
En mis manos las cuerdas de acero, los hilos de hierro
La dentadura de la abuela... afilada de nuevo
Criaturilla, mi amado, mi marioneta
Mis nombres: Larshetis, Larshet, Larshetiel
 
Larsheytis Khaei Larsheyt... "No Ama y no es Amado"
Se escribe al rojo, hierro candente, desesperado
Lo grita el viento, lo blasfema y lo fornica el mundo entero
¡Tímpanos reventados de quienes lo escuchan...!
¡Litorales de peces muertos, maremotos y tormentas...!
¡Panzas necrófagas, genitales incinerados...!
 
"No te arrepientas de lo vivido, esclavo de la conciencia"
En mi nombre el anatema, la última cifra, la letanía
"La comprensión del eremita carcome la estupidez"
En mi nombre la enfermedad, también la panacea
Discernimiento, alas de céfiro, alas de peste
Dicho tres veces, se dice tres más... ¿Demasiadas... pocas?
 
Nunca es demasiado estúpido quien busca sabiduría en un corazón
Destino, frustración, mortandad en Morgue 77
El bosque de los druidas quedó abandonado a su suerte
Su canto mágico es sólo un eco que se apaga y se apaga
No más sortilegios contra la desolación
Letra de cambio en la sordidez de mi boato insigne
 
"Tres veces pronuncia mi nombre
Y los muros se vendrán abajo...
Tres veces pronuncia el salmo
Y las perras chillarán de espanto...
Tres veces pronuncia el mantra
Puta, dios, carroña, cruz, diamantes y plumillas..."
 
Larsheyt, Larsheyt, Larsheyt, profundo, profundo, profundo
Desangrado el clítoris de la madre no tocada...
Maximilliam, Maximilliam, Maximilliam, un cadáver sobre otro...
Los dioses erigen estatuas de mierda
Devonnair, Devonnair, Devonnair, más zorra que Lilith...
¡Ya lo pronunciaste!
 
En el averno despliego mis alas metálicas, me elevo
Asesino a Damián, a Cristo y los demás gusanos
Caminando en la Tierra exterminó cuanto parezca hombre
Primero los objetos de mi misoginia, tú, yo, él y ella...
Una bomba que detona la víctima de mi canto de sirena
¿Te digo aquello que nadie te dice por lástima...?
 
Mensajes cifrados, anagramas parlantes
Bromas, ironías, perversas charadas
Quien no entiende, pierde el tiempo que le he dado
Quien no aprende, se destina a la inconsciencia, un rostro de más
Sólo el mensaje da la medida a la redención
¿Quién es el bufón?
¿Quién el espectador al otro lado del proscenio?
 
Mierda es tu olor natural, filántropo... Azufre sale de mis fauces, niña
Trata de esforzarte, cúbrete la nariz, idiota... Asesinaste las ascuas, incauto
Te engañé, presionaste el botón, asesino... Enterraste lo que en ti quedaba, psicópata
 
Mira al cielo, algo va cayendo... Admira el cadáver meteórico del creador consumido
Travestido en su vida y juventud eternas... Asesinado en el avatar de su creación
Malinterpretado por sus envilecedores... Escupido por potestades y neodemonios
 
¿Aún no se entiende...? Cuánta compasión me inspiras
Difícil es cargar el vacío de un cerebro fugado del cielo
¿No te decepciona leer entre líneas y comprender lo que no es cierto?
Si acaso lo sabes, no olvides lo que has visto, lo pronunciado
Guárdalo lejos del silencio, el tiempo o el espacio asesinos
Conoces la clave... tienes el poder de la revolución
 
Sólo pronuncia mi nombre...
                                              Solo pronuncia mi nombre..