El Foso del Miedo: "La Venida del Asustacuervos" (Fragmento)
Publicado en May 19, 2010
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... Me levanté y arranqué el plástico que cubría el espejo a la cabecera de mi gran creación. Luego, fui por Marcelo, y con el escalpelo lo liberé de la cinta industrial. Ya no iba a resistirse, con los tendones de los talones cortados, y sin cara, poco le quedaba por hacer, así que lo arrastré fácilmente hasta los pies de la tina…
Lady Elequín reía, y rió más cuando el escalpelo entró en la ingle de Marcelo, y todavía más cuando mi muñeca giró, y el acero cortó, cortó, cortó… los genitales de Marcelo se desprendieron del resto de él… Sí, se movió, pataleó, pero ni agitando los brazos podía liberarse de mí. La sangre fluyó sobre el piso, entre mis dedos, sobre mi ropa, salpicó la máscara que tapaba mi fealdad…
El escalpelo volvía a moverse… ¿Ya les dije que un miembro masculino es algo demasiado vulgar para dárselo a comer incluso a un hombre?
Marcelo se zarandeaba demasiado, de modo que lo golpeé un poco. Sus ojos estaban anegados en sangre, ya no veía nada…
Le corté un pequeño trozo de carne y piel de los muslos, y enseguida se lo metí en la boca y se lo hice masticar… Debo reconocer que no lo hizo muy bien. Toda la sangre derramada en el proceso fue lo que salvó la situación. El resto fue más golpes y cortes, fuerza empleada en obligarlo a hacer lo que yo quería que hiciera…

Si igual te vas al infierno, que sea por algo grande…
Jajajajajajajajaja… jajajajajajajaja… jajajajajajaja…

Poniendo el oído junto a su cuello, escuché cómo bajaba el pedazo de Marcelo por la garganta de Marcelo. Lo dejé caer, se dio un golpe contra el piso, pero ya no me importaba maltratar su cuerpo castrado y sin rostro… Bajé hasta su ingle cárdena y sangrante, le separé las piernas y miré en la zona anal. ¿Cuánto se iba a demorar la carne en ser defecada? La idea era que la expulsara, para inmediatamente después hacerle comer su pedazo por segunda vez, y repetir la operación de nuevo, hasta el aburrimiento… ¡Mi aburrimiento!...
Que poco complaciente es la naturaleza. Siendo franca, no pasó lo que yo esperaba, ni siquiera cuando decidí ayudar un poco al pobre Marcelo con su carga interna, e introduciendo el escalpelo por su ano revolví y corté los esfínteres. Lo que recibí fue un chorro de diarrea que fue a dar bruscamente sobre la sangre ya derramada en el suelo… ¡Duré días enteros creyendo que tenía el olor de su mierda adherido a mi nariz, de tan obscena como fue la escena de su sangría de excremento!... Tantos esfuerzos, tanta espera, y solamente la primera parte de mi obsesión e inquietud había sido satisfecha: Sí, era posible que alguien se comiera a sí mismo, y quizás, con un poco de paciencia, podía hasta defecarse y volver a ingerirse…
¿Y si el trozo de Marcelo iba bajando por su esófago, o por su estómago e intestinos? Pronto tuve una nueva curiosidad. ¿Cómo es que nunca antes se me había ocurrido? Pues bien, estaba absorta en mis labores, a tal grado que estuve posponiendo el entretenimiento. Abandoné el escalpelo sucio, y corriendo hasta otro cajón de otra mesa, me apoderé de un viejo cuchillo que había comprado en una feria de antigüedades…
-“… ¿No sentiste revolotear el aire frío alrededor del espejo?... ¿No viste que la superficie del vidrio se iba opacando?... ¿Y el olor a flores muertas…?”
Volví al lado de Marcelo, sin tener una idea clara de hasta qué punto seguía vivo, o hasta qué punto ya estaba muerto. Me arrodillé a su lado, levanté el cuchillo y lo hundí a la altura de su abdomen, más abajo de la zona del esternón y las costillas… blando, blando, lazo de terciopelo, un manojo de rosas con carne colgando de las espinas… ¡Auxilio, socorro, me destripa la arpía del Asustacuervos!...
-“… ¿No te dabas cuenta, o no querías darte cuenta?... Iba a levantarse, eso era seguro… Tanta sangre, tanto dolor acumulado en la misma habitación, ante el mismo espejo… Esa habitación, en esa fábrica clausurada, en esa calle olvidada de esa zona poco transitada, era la puerta…No los habías destripado a todos allí, pero la cantidad de los que sufrieron en ese sitio era más que suficiente”
¡Cuidado, cuidado, no queremos dañar el proceso natural, corta rápido, separa, aparta! Las manos se te llenan de sangre, eso sin contar los tejidos que se enredan al borde de la hoja del cuchillo, alrededor del mango…

Es Él quien se asoma por encima del foso del miedo… el mismo que ha servido más de diez mil años a una causa envejecida y recompuesta con ganchos que le hacen parecer aún vital… En una gran torre de sufrimiento sobrellevaban el exilio cuantos habían blasfemado de los primordiales del averno, los de los nombres pervertidos… Mas la torre se vino abajo en el transcurso de la gran guerra contra el ángel portador de luz… La torre fue abatida, y sus cimientos circulares sirvieron de madriguera a los miedos confesados y secretos, gobernados todos por la mano de un único demonio andrógino: “El que no ama y no es amado…”

… Ya no había movimiento en el interior de Marcelo. Un poco a su izquierda yacían sus órganos genitales. Entre sus piernas seguía creciendo el pozo de sangre y excremento líquido. Y su cadáver, abierto en canal a todo lo largo del abdomen, mostraba sin pudor el conjunto de sus vísceras, húmedas, brillantes y apestosas. El movimiento que le quedaba al despojo desnudo de Marcelo se lo daba yo con cada nueva puñalada de decepción. Todo aquello era una nada, un fracaso…

… Él siempre viene cuando alguien se hace lo suficientemente consciente de su propia soledad. Dice que puede olerlos, y que su aroma es como un gran grito de auxilio, irresistible, excitante… ¡Gusanos insignificantes, prisioneros para siempre dentro del foso del miedo…!
A mí no me espera el mismo destino, no. Yo cumplí mi parte, dije mi parlamento todo, sin equivocarme. Mi labor estuvo completa, alguien tenía que hacerlo, y nadie habría podido efectuarlo como lo hice yo. No seré una cautiva en el foso… ¡Yo misma reuní los trozos de dolor que compondrían el sagrado cuerpo de “su” regreso…!
-“Niña tonta, era asunto de tener paciencia… Quien ha cruzado los límites de la cordura y la locura, y ha superado las cadenas de lo correcto e incorrecto, solamente puede entenderse como una criatura excepcional a los ojos de los antiguos… La alquimia de la sangre despertó una fiera incontrolable en nosotras, la belleza oculta en la obscenidad…
¡Salve entonces mi señor Asustacuervos, Larshet el oscuro, el refulgente, el siniestro, el pervertido, el ambiguo, el cruel, el frío, el muerto, el insensible, el señor de las alimañas, gobernador de la degeneración, libertador de asesinos, violadores, locos, rameras y endiablados…!
¡Sí, se movía, pero no era Marcelo, quien ya nunca podría ponerse en pie o darle la cara al, mundo…!
El vodevil del infierno necesitaba una maestra de ceremonias… En aquél lugar, la virtud es grotesca, la piedad es la mutilación, la asunción es el descenso al fango y la carroña…

Desde luego, no todo es como parece. Ni las palabras escritas ni las palabras dichas alcanzan para explicar todos los múltiples matices de lo existente. ¿Quién mejor que yo para decirlo, luego de tanto tiempo creyendo las falacias de mamá…?
¡Ahora, Él ríe, y todos reímos! ¡Él llora y todos lloramos! ¡Él muestra las fauces, y todos hacemos lo mismo! El hermoso rostro de mi Marcelo era sólo uno más de la gran cantidad que ya había apresado en el foso del miedo…

Se levantó cuán alto yo lo había hecho. La “cosa negra” salida del espejo animó el armazón de carne, hueso, alambre, metal y ganchos. Él volvía a caminar por la Tierra, volvía a estar vivo del todo…
-“ … Él sopla dentro del foso, esperando el día en que aparezca el gusano cuyas lágrimas le ayudarán a tejer las membranas de su angelical revancha… ¡Y todos seremos felices aunque sepamos su verdad: qué nadie será feliz jamás, mientras él exista…”


Lord Larshet Devonnair.
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Foto del autor Larshet Maximilliam Devonnair
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Miembro desde: Apr 03, 2010
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Descripción

Es slo un fragmento de otro fragmento, unido ste a otros tantos fragmentos que en conjunto son partecillas de mi obra completa.

Palabras Clave: existencial gtico horror suspenso psicosis doble personalidad locura demonio dios ngel encarnacin karma oscuridad tinieblas decadencia Apocalipsis ragnarok

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Terror & Misterio



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