Ayer llovieron unos cuantos versos vestidos de nostalgia, sobre un ensueño despierto que transitaba muy cerca de un aspaviento. Reflexioné caminando sobre ideas y sueños, por venir, asiéndome del brazo de Jesús. Me sujete a un pensamiento antiguo, de rostro adusto pero vivo. 

Una imagen lúcida de un sol despierto me llama, voy y aspiro sus rayos de optimismo. Los años siguen corriendo y una bandada de letras arremete contra esa cometa de acciones y decisiones, la estremece pero no la hace caer, más bien la ondea sobre el espacio de unos planes y pasos dispuestos.

El astro rey, refulge su fluorescencia en el paisaje de los pensamientos de colores. Las sonrisas luchan contra el cansancio y la rutina de las calles triunfales en las metódicas tardes nocturnales plena de logros y finales felices en seguimiento a más dicha. Un recuerdo se asoma ataviado de tristeza más, quito la mirada bañada de esperanzas y la poso sobre el verdor de las horas.