Háblame Papá.
Publicado en May 24, 2010
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Háblame papá : Quisiera volverte a escuchar y que pudiéramos hablar … a lo mejor me escuchas y sabes lo que siento.
 
“ La vida me enseñó que los seres que amamos deben recibir nuestro cariño mientras nos es posible demostrárselo, porque después el silencio se los lleva por un camino que no está dibujado en ningún mapa y por el que nunca podremos transitar…”
 
Viste tres veces conmigo “ La novicia rebelde” porque me gustaba .
 
Me ayudabas a construir castillos de arena en la playa, mirábamos las estrellas y me contabas de sus constelaciones , y de la inmensidad del Universo, Ahora cuando siento nostalgia de una vida mejor me recuesto y miro las estrellas y pienso que grande es todo y me conecto con esa grandiosidad infinita que es el cielo.
 
Hacíamos edificios de dominó…a ver a quien se le caía primero. ¿ Te acuerdas cuando le hacíamos vestidos a las muñecas con corchetes? , y quedaban hermosos para mí los mas hermosos, me decías no tiene porque ser como todo el mundo los hace estos son del futuro usamos corchetes las máquinas de coser ya no se usan …….
 
Eras el encargado de llevarme a los bailes y de buscarme a las tres de la mañana , junto con un montón de amigos que repartías casa por casa , sin jamás quejarte , si hasta le pusieron la “ guambalí” al auto.
 
Mis amigos te llamaban por tu nombre de pila y te hacían confidencias. Amas la juventud, el barullo, la música. Siempre estabas ayudando a los que no tenían sólidos hogares, les dabas dinero para entradas a recitales, alguien con quien charlar.
 
Yo me enojaba y les decía ¿ Ustedes vinieron a conversar con él o conmigo?, doblemente celosa de unos y otro.
 
“ Mi papá”. Y son dos palabras redondas y orgullosas, llenas de luz y admiración. “ Todo lo sabe y todo lo resuelve”.
 
Era verdad. Para todo tenías  una explicación, y conocías  los engranajes y el motor de las cosas. Ahora que te veo postrado en esa silla de rueda y preso de tu cuerpo, estoy segura que tu mente igual vuela como antes y sueña, porque tu alma siempre será la misma esa llena de luz y genialidad.
 
Nunca hablaste mal de nadie, pues pensabas  que el que obraba mal algún motivo profundo y doloroso tenía, y había que entenderlo y ayudarlo.
 
Te interesaba todo: escuchabas  con atención, te solidarizabas  al punto de no dejar desprotegido y solo,  a nadie que conocieras. Tus brazos grandes abarcaban la inmensidad .
 
Nunca te aburrías. “ Yo siempre tengo algo que hacer, que oír, que leer, que pensar, que mirar…”
 
Disfrutabas  trayéndonos cosas que nos gustaban para que supiésemos que estábamos en tu pensamiento: a mi ramitos de violetas, chocolatines, gomas de borrar olor a frutilla, pinches de mariposa y mi primer anillo .
 
Respondías  a mis preguntas con largas explicaciones que me cansaban, y solía pedirte “ dime que si o que no, pero no me expliques por qué”.
 
Nunca te alabaste  a tí mismo, ni humillaste  a nadie.
 
No dejaste cosas por la mitad.
 
Pero creo que tus dos cualidades más bellas fueron tu  generosidad sin límites y tu ternura.
 
Sí, algún defecto tuviste. O varios. Pero todos quedaban empequeñecidos por una estrella de primera magnitud que brilló en cada instante de tu vida: la solidaria amistad.
 
No tendré, otro amigo como Tú: que nunca pidió cuentas de nada y estuviste de mi parte siempre, sin poner condiciones, ayudando primero, preguntando después.
 
Tenías y tienes  la rara valentía de emocionarte sin disimularlo y demostrar tu cariño sin avergonzarte.
 
Desde que te enfermaste nunca más volví a ver las cosas tan luminosas como eran antes. Es como si contigo se hubiese apagado una parte de la luz del mundo. Todo está más oscuro.
 
Y…..sí. Todo está más oscuro y es menos fácil. Porque tu me amparabas, me cuidabas, me brindabas  esa tranquilidad que da el saber que hay alguien que no se olvidará.
 
Tenías  una receta infalible para que te quisieran: querías  a los demás.
 
Toda tu energía era un manojo de fuerzas positivas.
 
Por eso, ahora que tu voz y tu risa loca y fuerte ha resbalado por las laderas de unas montañas quietas, tu suave voz cayendo alejándose, rodando como un cántaro roto en el infinito precipicio de la muerte…..Por eso, ahora que tus ojos enormes y tiernos, que me miran con interés y amor, se entornan irremediablemente…. O quizás estén buscando siempre desde un vuelo invisible de altos astros distantes….
 
Por eso, ahora que tus manos hábiles y fuertes no rozan mis mejillas y me acarician el pelo de aquella manera tibia y presente…la luz ha disminuido, y trato de tocarte y abrazarte para volver a sentir tu tibieza y me sigues el juego mueves tus dedos también buscando mi cariño, papá no lo busques lo tienes, tienes todo mi cariño y agradecimiento por siempre.
 
Ahora tiene, la luz, su intensidad concreta, natural, ordinaria. Le falta ese fulgor que tu le agregabas.
 
Hay pocas personas así, que pasan por el mundo con el don especial de darnos paz. De serenar a las fieras que se pelean en las almas de los hombres.
 
Papá fuiste eres,  y serás  siempre para mí una de esas personas.
 
“Me queda la alegría y el milagro de haberte conocido y de que quisieras  ser mi papá, el único que he tenido y me emociona al pensar que ni siquiera soy tu sangre y me recogiste, cuando era una niña asustada……. me diste tu amor tan incondicional…… y todo lo que tengo, siento y soy como mujer…. sin ni siquiera dudarlo por un momento, gracias papá por ti creo en el amor, en la vida, en los hombres y soy esta mujer que llevo dentro a la que enseñaste su valor, siempre te amo , te necesito , y aunque no estés conmigo , todo lo que me  enseñaste calo hondo y quedó impregnado en mí como un sello imborrable de tu paso por mi vida , y te amaré como a nadie”.
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Descripción

Palabras Clave: Papá

Categoría: Poesía

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