Hay miedo a vaciar una botella,
a derramar lágrimas en tierras ásperas,
a volar sin poder aterrizar,
Hay miedo al paso del tiempo,
y lo observás desde lejos como un extraño,
Hay miedo a meterte en ese río y bañarte de vejez.

Pasan los años frente al espejo,
en una silla sentado observas su camino,
no hay un ojo que no halla visto lo que no quería,
ni un corazón que halla sufrido.

Apoyado sobre un pensamiento erroneo,
tus pies cederán y el bastón se te quebrará,
sentado en una silla de oro y creyendote rey,
el tiempo te comerá...
poco a poco...
poco a poco...

La miseria de tu corazón vanidoso,
te dejará solo por el día,
y acompañado de miedos y pesadillas en las noches,
el tiempo no te dejará,
te arrancará de tu cama, de tu suelo,
no te dará alas hasta que cambies.

Ni el sol te iluminará,
y por las noches la luz de las estrellas te dejará,
abandonado por el miedo idiota,
hasta que un día abras una puerta,
y dejes que el mundo te llene de lo malo y lo bueno,
hasta que aprendas a jugar sin trampas ni trabas.

Un día el sol te acuñará otra vez,
un día tu corazón entederá que debe ser lastimado,
para aprender a curarse y dejarse ser curado,
un día la luna te cantará una canción para dormir,
y las estrellas le darán alas a tus miedos,
para que vuelen lejos de ti, lejos de ti.

Un día a la vez...
un día a la vez...
te despertarás un día a la vez...