Si acaso inhalo el tiempo que derramas,
gota a gota...
mes a mes...
mil escaleras...
no atiendan tus pasiones a mi aliento
(desesperada caricia que no toca),
ni vengan a morir entre mis dientes
los audaces pececitos de tu boca.

Si acaso desato la orilla que conjugas,
temer...
partir...
infinita marejada...
no vuelva tu Adán a mis costillas
(añorando la conjugación primera)
ni quieran tus urgencias, amarrándose a mi pelo,
evitar naufragar entre quimeras.

Si acaso enciendo las sombras que arrebatas,
repetición...
Narciso...
laberinto de espejos...
no busques mi silencio entre tus ecos,
(ahora que no soy mas que una voz despeinada),
ni intenten reflejar todos tus prismas
los contornos de mi alma denodada.