Todos los días: empezar sin ganas, pensar en descansar. Encuentros, aburrirme, risas y pequeños momentos inolvidables. Donde como siempre trataba de ser auquella a la que todos conocen con una gran sonrisa o aquella que nunca sonrrie. Los minutos pasaban y me encontraba en otro lugar, el mio, el único, el que nunca nadie podrá conocer excepto que esa persona sea yo. El sol pegaba desde arriba y casi no había sombra, mi estomago sonaba y el olor de mi casa llegaba desde donde estará. Aunque la rutina canse, y a veces mi sonrisa se desvanecía a medida que los minutos pasaban, no podía hacer nada, era mi vida.
Las cinco se acercaban y el timbre del microondas sonaba, el olor dulce del te me hacia agua a la boca .
Espero tanto el dia en que todo vuelva hacer como esto, aunque con los cambios inevitables del paso del tiempo,
pero no importa quiero mi nueva rutina, mi nueva vida y mis nuevos recuerdos para siempre...