El Cántico Muerto De La Catedral
Publicado en May 29, 2010
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Celestis gloria, terrestris splendor
Divinus gloria, daemonicus splendor
Novus daemonium, mortis gloria
In excelsis finis
 
Salmo:
"Tomad y comed todos de él
Porque éste es el cuerpo que usaron y desvirgaron los hombres
Tomad y bebed todos de él
Porque éste es el cáliz dorado de mi sangre falseada"
 
Oración a las puertas de la catedral:
Padre nuestro, que estás silencioso en el cielo
Santificado, sea tu cadáver sin nombre
Venga a nosotros tu reino de llagas
Hágase tu voluntad, en los burdeles de la Tierra y el Averno
Danos hoy nuestros antidepresivos de cada día
Perdona si te abusamos y te matamos
Así como asesinamos a esos que nos violaron
No nos dejes caer en la tentación del oscurantismo del dogma
Líbranos del mal de creerte una sola palabra
Amen...
¡Repugnante mentiroso hipócrita, asesino de la madre primera!
 
El cántico:
Corre, gusano no pensado, ángel rebelde descendido, no inventado
Humillado por el suelo que ha tocado, ofendido entre la Tierra y el aire
La luz exterior te ciega ahora, te ocultas de los farsantes...
De sus alas de cera, sus pretensiones dedálicas, icáricas...
Queda una puerta frente a tus ojos confusos, rabiosos
La boca perruna de los infiernos... paliada de catedral
 
¡Sanguijuela!
Deserta al seno de tu señor
Regresa a la diestra de dios padre
A la piedad en la mirada de la santa madre...
(Que tonto, tan sólo es una mirada)
Te cubrirá el espíritu con sus alas de paloma
Nadie molesta en el templo si no eres tú mismo
Mientras más rápido reces más piadoso pareces
Altares de telarañas y mugre
Paz, loa muerta y catedralicia...
 
¡Ocúltate, fúgate, no mires atrás!
¡Cansado, hastiado, busca perdón y sigue pecando!
¡Corrupto, rebelde, el mundano camino huele a sexo y amor!
¡Ignorante, ciego, mi verdad te sirve si quieres castrarte!
¡Desterrado, dejado, soy una virgen llamándote a su servicio!
¡Ora, implora a mis pies, niño maldito, infante no nacido!
 
¡Descúbreme, soy un neodemonio de sombras!
¡Mi ascensión es tu descenso!
¡Tu destino somos nueve!
¡Nueve esbirros, nueve cabezas en un cancerbero!
¡Tu firma en nuestro ejército de locos!
 
Larshet:
Acúsate gusano, ya has pecado
De pensamiento, palabra, obra y omisión
Acúsate torpe, la santidad suena grosera en tu boca
Se huele en mi jardín muerto, se sirve congelada y con uvas rojas
Omnipotente, nuestro poderío no se numera en cifras de hombre
Omnipresente, los espejos son el camino a tu mundo
Omnisciente, sé cuanto nadie quiso saber
 
Dios casi muere en las nubes reblandecidas
Le devora en su trono el carcoma del tiempo
Satán envejece, encanece, su trono infernal atrae a los cuervos
Su culo es un festejo de plumas y cagadas blancas
La parca se agota y se adelgaza, anoréxica y bulímica
La madre oscuridad programó el Ragnarok para la venida de Cristo
El final regresa al comienzo del aro...
Y pone el mundo en mis manos...
 
Entra a la catedral, si es lo que tú quieres
Pero no pienses en el consuelo
Allí también reside mi espíritu santo
Antifaz de lo inevitable
Lo que ya está destinado
 
Omega genera alfa.
 
Larshet Maximilliam Devonnair
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Foto del autor Larshet Maximilliam Devonnair
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