Se sentó frente a una pared meditabunda , hace tiempo que lo hace sin más sentido que observar las viejas fotos que la observan desde un tiempo a esta parte más que ayer,  o será que ella es quien no había dado sentido a esa tarea de despistes y de acertijos que se anidan en su pensamientos preguntándose hace rato quién es quién...

Una sonrisa sin gracia se dibuja por su rostro , quiere preguntar al tiempo  por esa presunción que se le ha colado estos días cuando el invierno azota tan fuerte por esos cristales empañados de niebla y poco dejan ver  la calle vacía , por donde nadie viene ni va , menos ella podría hace largos inviernos , ver que alguien la venga a saludar...

En su cabeza vuelan los recuerdos de los tiempos mejores, los días saboreando una taza de café, como cuando hablaban de planes después de las 10 de la mañana y buscaban afanosos un quehacer .

Sobraban motivos entonces para bajar corriendo por las escalinatas improvisadas, como entrada oficial del hogar que a medias armaban en las horas otoñales de sus vidas , aquellas que unieron un día de antaño para un después y mucho más, entonces ella creía que la vida tenía colores de arcoiris , esos mismos que de tanto en tanto rielaban las faldas de los cerros , aquellos días en que era mágico ver llover...La misma vida le enseñaría a su momento que a veces jurar no vale gran cosa , ni tiene fundamentos para este ahora pálido corazón.

Mas , como olvidar los días de aquellas fiestas improvidasas en que su mejor amiga del pueblo venía a merendar , ella llegaba con pasteles o un ramo de flores del campo, ella cubriendo la mesa con flores de su mejor rosal y así los días se iban entre caricias adormiladas y planes de mejorar la casa , de sembrar murtillas, de plantar un arrayán.

Pero, desanidando sus recuerdos , como otros días que caen del calendario , no sabe a que este rato ,como tantas veces antes lo ha intentado , encontrar la forma de reconocer a esta otra que la mira desde tanto tiempo en esa fotografía desteñida y sin poder resistir  más se levanta la toma entre sus manos y al  mirarla muy de cerca lanza un grito de estupor,  la lanza lejos y  al volver sus ojos cansados y llenos de lágrimas desde el recuadro de la imagen , observa que la foto destella por sus ojos una primavera que ya jamás ha de volver.