Declogo del escritor. Juan Carlos Onetti
Publicado en Jun 01, 2010
El decálogo
Juan Carlos Onetti I.. No busquen ser originales. El ser distinto es inevitable cuando uno no se preocupa de serlo. II. No intenten deslumbrar al burgués. Ya no resulta. Éste sólo se asusta cuando le amenazan el bolsillo. III. No traten de complicar al lector, ni buscar ni reclamar su ayuda. IV. No escriban jamás pensando en la crítica, en los amigos o parientes, en la dulce novia o esposa. Ni siquiera en el lector hipotético. V. No sacrifiquen la sinceridad literaria a nada. Ni a la política ni al triunfo. Escriban siempre para ese otro, silencioso e implacable, que llevamos dentro y no es posible engañar. VI. No sigan modas, abjuren del maestro sagrado antes del tercer canto del gallo. VII. No se limiten a leer los libros ya consagrados. Proust y Joyce fueron despreciados cuando asomaron la nariz, hoy son genios. VIII. No olviden la frase, justamente famosa: 2 más dos son cuatro; pero ¿y si fueran 5? IX. No desdeñen temas con extraña narrativa, cualquiera sea su origen. Roben si es necesario. X. Mientan siempre. XI. No olviden que Hemingway escribió: "Incluso di lecturas de los trozos ya listos de mi novela, que viene a ser lo más bajo en que un escritor puede caer." FIN
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Miel
A un lado los ya bien concertados principios sobre eludir tendencias de moda, escribir para uno y nada más que para uno mismo, etc., me parece interesante ese perfil bien informal que propone Onetti.
No estoy muy segura sobre la no busqueda de lo innovador por la diferencia intrínseca que existe entre las personas. Creo que hay clichés, lugares comúnes, que conviene eludir. Si me dicen, sus labios eran color de rosa, es una descripción que he escuchado harto, no me van a conmover en ninguna forma especial. Pero si me dan una cualidad de esos labios que los haga absolutamente únicos, serán unos labios que nunca olvidaré. Esto es lo que diferencia a un escritor de un gran escritor.
Saludos,
Miel
leticia salazar alba
Eduardo Fabio Asis
Carol Love
Cuando Monterroso dice: - escribe, escribe siempre aunque no tengas ganas, para la posteridad...; Onetti dice: - no busques ser original, no intentes deslumbrar al burgués.. estamos hablando de dos cosas distintas porque uno habla del acto de la escritura y el otro del comercio de ésta, su presentación, su puesta en escena.
Entonces, hay quienes pueden echar mano a uno y a otro consejo, según qué se necesite.
En la misma cuadra de mi casa tiene su negocio un panadero. Hace cincuenta años que su padre comenzó la panadería ahí. He aquí que este hombre para mí es un poeta, un verdadero poeta. Cada vez que yo pruebo algo nuevo que él hace, me enamoro, me enamoro perdidamente de él. La forma en que decora sus muffins... confitados, rellenos con dulce leche, mitad vainilla-mitad chocolate... ahh... sus chipás diminutos: brevemente saladitos, el sabor justo para el mate...
En la esquina de la avenida, a cien metros de ahí, está la gran panadería, con un salón bien puesto, su montón de empleados, abren el día domingo y hasta los feriados. Pero sus facturas son insensiblemente grandes y apenas me mudé a esta casa, compré ahí, una leche cortada.
Seguramente, la panadería de la avenida tiene mucho para aconsejarle a la otra, sobre cómo presentar la mercadería, la vestimenta, la grandísima cantidad que se están perdiendo de vender...
Pero, mi panadero (amor escondido) podría darle recetas para la cocción, el amasado, los ingredientes y la cantidad justa de los mismos.
Estos últimos consejos son los que yo quiero para mi poesía.
Besos
(Colorín, colorado...jaja)
Eduardo Fabio Asis
inocencio rex
Eduardo Fabio Asis
inocencio rex
éste me gustó un poco más que el otro porque da las pautas del maldito.. me encantó éste:
"No sigan modas, abjuren del maestro sagrado antes del tercer canto del gallo".
buen aporte, asis... gran abrazo
Eduardo Fabio Asis
Felix Antonio Esteves Fuenmayor
Saludos
Félix Esteves
Eduardo Fabio Asis
Eduardo Fabio Asis
Es muy lógico. Para mí, en el acto de escribir... se dialoga con el alter ego... y con nadie más, a lo sumo, con las sombras o los fantasmas, o con ángeles... como se quiera decir. Pero cuando se publica, allí interviene el crítico, el burgués, el lector...
Apruebo tu comentario pero haciendo esta salvedad: una cosa es escribir y otra publicar. Publicar es volcarnos sobre el mundo, inexorablemente, como es el mundo... con todos sus personajes... y allí tiene sentido la máscara... la persona... los estereotipos... la clase, etc, etc.
Uno puede, si quiere, encerrarse en un castillo de cristal... ¿por qué no? ¿qué tiene de malo? pero cuando comparte y publica.... el castillo se hace pedazos y nos mandamos al mundo, con todas sus bellezas y miserias. Entonces.... en mi opinión, respetando la de los demás, somos indefectiblemente por ejemplo.... pro explotadores o pro libertarios... ¿se entiende.... o me fui al carajo?
Es muy agradable pensar con vos Carol... saludos, salud! amiga.
Eduardo Fabio Asis
Carol Love
Escribir es una necesidad, porque realmente muchas veces no quiero ni acordarme de la poesía, seguro que a todos nos pasa... que te lleva por donde vos no querés ir, te hace pensar las cosas mil veces, tropezar con la guita, con el laburo y todo se vuelve un desastre....
entonces digo, si encima nos tenemos que poner a pensar en qué mar desemboca todo esto, qué cauces, sobre qué tierras va a cruzar.... uff... es agotador, pienso, eso ya no me interesa...
Carol Love
Consejo
No quieras ser jamás e! timbalero
De tu propio destino.
Abandona el camino
De todo ese bum-bum de falsa gloria.
Alégrate no sea difundido
Con rapidez tu nombre;
y sepas ser un hombre
Que ahorrar su propia fama ha conseguido.
Bello y útil no?
un beso
Carol Love
Roberto Langella de Reyes Pea
Carol Love
Roberto Langella de Reyes Pea
Eduardo Fabio Asis
Me refiero a que la literatura no es ciencia exacta. Saludos, salud!
Carol Love
Carol Love
besos
Guillermo Capece
Eduardo Fabio Asis
Roberto Langella de Reyes Pea
Pero a diferencia del anterior, con éste sí estoy en un todo de acuerdo. Si querés podemos discutir las diferencias entre los dos decálogos (pseudo-decálogos, mejor dicho). Buena iniciativa la tuya, me parece, al subir estos textos.
Eduardo Fabio Asis
De Onetti rescato sobre todo eso de no querer ser originales, porque en definitiva, siempre lo seremos.... leo entre líneas, si actuamos con todo nuestro ser.-
En cuanto a las diferencias entre los dos decálogos, me parece sumamente interesante discutirlo. Para ser breve, aunque se pierda precisión, el otro me pareció menos realista, pero sincero, éste me pareció más sustancioso, pero también sincero.
En esencia, no creo en decálogos pero que los hay los hay, y me parece bueno conocerlos. Como una invitación para pensar y en ocasiones ... como dice Guillermo, para aplicarlos... ponerlos en movimiento. No será todo, pero para mi, siempre algo queda, y eso es muy bueno. ¿cuándo te vas a hacer un decálogo tuyo? je... saludos, Roberto.
Roberto Langella de Reyes Pea
Eduardo Fabio Asis
maravilloso. Suele ocurrir así, a veces.
Roberto Langella de Reyes Pea
Digo, que un tipo se haya consagrado con su arte (que sea profesional, que venda, que sea reconocido públicamente, etc), no lo vuelve un semidios, no lo vuelve tampoco dueño de ninguna verdad, y en cualquier momento puede ponerse a decir boludeces como cualquiera.
Hoy por hoy, en la tv, por o menos, se está haciendo cierto revisionismo acerca de todas las contradicciones que hay entre Martín Fierro y la Vuelta de Martín Fierro, por ejemplo.
Siempre hay gente que pretende correrte con tal o cual autor, como palabra sagrada. Yo no puedo estar de acuerdo de fondo con Niezsche acerca de que Dios se murió, por más Nietzsche que sea, y que haya miles de cosas en su pensamiento, con las que estoy de acuerdo. Quizás con lo único en que estoy en desacuerdo con él (si lo tomamos de manera literal, cosa que habría que ver) es con eso de que Dios murió.
Hay que pensar al sistema, sino el sistema te piensa a vos. Hay que pensar la tv, sino la tv te piensa a vos. Pero también hay que pensar a los grandes, sino los grandes también te piensan a vos. Abrazos.
Eduardo Fabio Asis
Roberto Langella de Reyes Pea
A vos te noto mucho más amplio y tolerante respecto de ver los alcances ulteriores que puede llegar a tener el arte, o la literatura. Yo soy menos paciente, decido más rápido, esto sí y esto no, digo, pero son diferencias me parece que devienen del temperamento, de la educación, de los prejuicios, por qué no, y que después de todo nos enriquecen como estrato, sería muy aburrido que seamos todos iguales.
Lo bueno es que se pueda conversar con altura, como ahora, para que las ironías no devengan luego gratuitas y no se escuchen llantos por los rincones.
Por lo menos, en adelante, si ironizo respecto de vos, por lo menos digo ya sabés de quién viene.
Y sabés de quien viene porque te tomás el laburo de prestar una mínima atención. Vuelvo al texto de Intelectuales vs Pseudo-Intelectuales; los últimos no quieren trabajar, ese es su problema, ¿no?; saludos.
Eduardo Fabio Asis
Ahora bien, cuando algo me motiva, en eso sí... laburo... pero siempre por motivación, por necesidad, casi diría. Lamentablemente muchas veces... suelo ser vago, y coincido que es señal de escasa intelectualidad. De Onetti, de Monterroso y de Roberto Langella... rescato un ejemplo para trabajar más. Te estoy copiando ser más extenso en los comentarios y te estoy copiando continuar el diálogo. Mi tendencia, cómoda pero poco fructífera, es quedarme con los pensamientos y no decirlos. La estoy superando.... ahora, por ejemplo... jajaja... ¡ché es un placer charlar con vos! y sí... sos levemente fundamentalista pero de vos mismo, no de otro, eso vale.