Gracias por la vida.
Publicado en Jun 11, 2010
No es lo mismo respirar,
que agradecer el aire que respiro. Por costumbre puedo caminar, pero no es lo mismo que avanzar andando. Mirar una estrella que me alumbre, algún ideal, algún pensamiento elevado y sincero, que me re-signifique, que me revalorice, que me rescate, y con ello, repararme. No es lo mismo, ver que mirar desde un corazón abierto, una mente predispuesta y amplia, para aprehender nuevas comprensiones. Estamos ciegos, si creemos que ya todo está dicho y escrito. La vida es una conquista: exige permanentemente estar alerta a los mensajes, que nos llegan desde las voces, desde los sentidos, desde el entorno, desde el espacio, que nosotros mismos ya hemos creado, con nuestros anhelos, con nuestros deseos y necesidades, con nuestros cuidados, de darle a nuestra vida un cauce, un significado. Vernos no es lo mismo que sentirnos; percibir y recibir en el roce de tu piel el lenguaje de tus manos, en la cercanía de tu cuerpo, el saber que existes, en el halo de tu voz, en tu mirada, en el gesto de tus rasgos, en el beso, en el abrazo que repara; rescatar allí la alegría en tu compañía, llorar contigo la tristeza y reponer contigo lo perdido. Allí la esencia vibra, se multiplica y se expande, se expresa y se manifiesta para ser de nuevo como recién-nacida, vieja y sabia. A veces el silencio alcanza, a veces es una palabra o una lágrima. Otras veces, es un gesto o una mirada. Pero siempre, siempre, necesita ser también del otro, en un ida y vuelta, en permanente movimiento, que es siempre crecimiento mutuo y compartido. Allí, la voz, aunque se quiebre, allí, la mirada sensible hacía dentro y la sensación más bella de sentir la vida misma, que no cesa, igual que el canto, el mío, el tuyo, el de ellos, para ser fundido con el cosmos, un alma, un pájaro en vuelo, una voz, un cielo, una vida. Qué importa, si mañana muero. Qué importa, si es hoy y ahora que estoy contigo. Y es hoy que puedo decirte: Gracias por la vida. Es hoy y no mañana. Porque mañana será futuro. El desconocido y gran futuro que nos espera a todos, que traerá nuevas creencias y aspiraciones. Cambiarán los anhelos, las miradas, las implicancias, las alternativas. Habrá nuevas constelaciones; cambiará el amor, por ser mejor; cambiará el humor, por ser más rico; cambiará la vida, por ser ambigua; cambiará el deseo, por ser más sabio. Las voces cambian en el camino, más no habrá de cambiar mi gratitud inmensa que siento hoy por haber vivido y por eso digo y repito: Gracias por la vida.
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