PROMISCUA
Publicado en Jun 15, 2010
Su belleza felina es muestra de la sabiduría del universo: no hay nada en ese cuerpo esbelto que sobre o falte. Se sabe atractiva y se conoce por dentro, si eso es promiscuidad, no le pesa aceptarlo.
Debe reconocer que su inicio fue muy precoz; no terminaba su primera ovulación y ya se había fugado con un corpulento extraño, que le hizo emitir sus primeros ambiguos gritos de dolor / placer animal. Desde entonces, suele perderse por noches enteras, de amante en amante, se revuelca en suave césped bien cortado, como lo puede hacer en un lecho de fino hilo o encima de un cartón de aceite vegetal o simplemente sobre la despreocupada tierra simple y agreste. Ella piensa en su pareja, solo mientras lo tenga dentro y encima suyo. Nunca se queja, sabe que el dueño de su cuerpo de una noche, puede ser el indiferente extraño del día siguiente y no trata de cambiar. Ella es así; simple y llanamente promiscua. En sus encuentros clandestinos no es raro incluso que obtenga heridas, golpes y quien sabe que gérmenes y roñas indescriptibles. Pero cuando estando echada se yergue a mirarte, sus hermosos ojos parecen ser la razón de la existencia; su belleza difícilmente se contamina con su inconducta; se sabe bella, ignora mi crítica. Pese a todo lo que se afirma por el barrio, yo no podría ser feliz sin ella; es perfecta y es mi gata, me encanta creer que yo soy su dueño. ......
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