Verso agnico de la ninfa.
Publicado en Jun 20, 2010
Fragmento de: Mi último orgasmo sobre las nubes que el sol no se alcanzó a fumar (Colección de textos sin ningún sentido) 2004. (Una mofa sonsa a los niños góticos). Epifanía, degolló las nubes mientras se rompen las flores, misteriosa esfera de colores grisáceos que penetra en mis deseos de unirme a ella, es otro amanecer con los ojos abiertos que se funden con sus alas que me cubren y laceran mi incertidumbre de poseer sus bríos. Le pregunté a la luna entre sollozos si este infinito sexo seria el castigo a mi angustioso deceso cargado de amargura y soledad, o es solo una caricia que me brinda en sus rechazos o en cada lágrima que derraman sus cortantes labios sobre mi espalda que se torna estúpida cuando roza su piel. Maldita ninfa, envuelta en las sucias sabanas de un viernes de amor me haces tu esclavo y me sometes a tus vejámenes, mi libido muere entre caricias subyugadas por letras y palabras que me hunden en el fango de densas promesas que se rompen como las fastuosas olas contra el rocoso peñasco de nuestra inseguridad. ¿Odiarte, ninfa insegura? Si cada caricia que pudiese ofrecerte seria solo un gesto de lujuria desenfrenada y un aquelarre de lascivia sobre tu cadáver; ese suave aroma que despide tu cuerpo no es más que el veneno de tu pasión, el narcótico de tu sexo que me hace depender de tu presencia, de tus agonizantes gemidos que se escabullen en mi garganta en forma de beso cárdeno que se esfuma entre esta carnal noche. Quimera, el sudor frio recorre mi frente, mi espalda y mis piernas, alucino entre pesadillas como signos y luces que se forman en el abstracto, como fragmentos de miel y simiente que se ocultan en mi cama. Un súcubo viene esta noche a jugar conmigo; tu ninfa del demonio, eres espectro infernal, a mi mundo has de llevarme nuevamente entre tinieblas que se alzan sobre tus alas que me despiden de este sueño terrenal.
Página 1 / 1
|
daih