Fragmento de: Mi último orgasmo sobre las nubes que el sol no se alcanzó a fumar (Colección de textos sin ningún sentido) 2004.  (Una mofa sonsa a los niños góticos).
 
Roads, mi cuerpo se inunda mientras mi mente se llena de colores, entre fronteras me hallo y descubro la bella mirada de una musa cuya figura desconozco, unos finos labios dibujados en el borde de la cama, me estoy acercando a la orilla del lago donde mis huesos se evangelizan y la poesía endemonia mis manos, se apodera de mi en un vejamen de suplicio y euforia, ahora la aurora que se refleja sobre estas aguas es la única luz en cerca al valle donde los cadáveres de letras y plumas se consumen entre besos y golpes.
 

-"nunca te dejaré, eres lo que le da sentido a mis días". Le susurraba Camila a su amante mientras apretaba su mano y lamia sus lágrimas.
 

- "Espero esto sea eterno". Decía Martin entre sollozos mientras desgarraba su blusa y mientras consumía todo lo que ella podía ofrecerle.
 

Seguía las páginas de un libro cualquiera, mientras esperaba volver a nacer, la mentira se cernía entre mis fosas, el viaje tomaba fuerza mientras seguía con la mirada perdida en esa puta biblia de quimeras, donde la idea sobre el amor no es mas que otro juego de palabras lanzadas al vacio; me emputaba y pensaba en aquella mujer que suelo amar con gran retribución.
 

Entre espasmos orgásmicos de debilidad y culpa su amor fue muriendo, sus alas se derretían entre el calor y la colisión de sus sexos, pensaba entre sueños que todo termina igual para todos y recordaba una historia similar donde los personajes éramos aquella y yo, me recordaba aquellos dulces momentos donde solemos jurarnos amor perpetuo, donde solemos ser uno al momento de catequizar nuestros cuerpos en un mundo de sueños e ilusiones e irrealizables.
 

Sus pechos rozan mi cara y me envuelvo entre sueños mi tranquilidad se inquieta al momento de sentir su ausencia, el delito se apodera de mi sin sus brazos en mi torso; sigo leyendo la historia de Camila mientras recuerdo a aquella mujer.
 

Camila es envuelta por un halo de dudas y celos, cree que el amor de Martin flaquea mientras intenta respirarle en la nuca buscando algún indicio de infidelidad, los celos inundaban su cabeza y el amor que solía tenerle a Martin; un día Camila siguió a Martin quien entusiasmado por su reencuentro con Andrea su amiga de infancia, a quien no veía hacia más de 15 años.
 

Mientras tanto a Camila le hervía la sangre de los celos, sentía una sensación de aniquilamiento que comenzaba en su sexo y recorría su cuerpo terminando en sus ojos los cuales se enrojecían al momento de recordar a Martin de la mano de Andrea, Martin mientras tanto solo pensaba en Camila mientras hablaba con Andrea y sentía que aunque no debería ocultarle nada a Camila, pero lo invadían las dudas al momento de pensar en la reacción de su mujer, lo que no imaginaba Martin es que esta ya tenía en su cabeza un universo de falsas ideas y supuestas infidelidades de las cuales Martin era inocente.
 

Camila se ocultaba entre las penumbras mientras esperaba a Martin quien salía de aquel café de la mano de su Andrea, Camila se abalanzo sobre Andrea y le clavo un enorme puñal sobre su cara, Martin intento detener a su mujer pero ágilmente esta lo esquivo y le dio un cuchillazo sobre su abdomen; Martin retrocedía lentamente y moribundo caía sobre el asfalto Camila cegada por el desamor y la supuesta infidelidad de su amante, volvió al lugar de Andrea y comenzó a jugar con aquella arma blanca, destrozándole la cara a aquella inocente mujer, la sangre de Andrea mancillaba los brazos de Camila mientras moría lentamente bajo la luz del la luna.
 

Martin intento pararse con su último aliento pero Camila acudió a su lugar y le dijo:
 
-"entonces esto muere aquí, no puedo seguir fingiendo lo que nunca sentí" decía Camila mientras le propinaba diecisiete puñaladas en el abdomen de su amante.
 

Martin cayó al suelo mientras moría, Martin miraba a Camila, el amor de Camila se había desvanecido pensaba Martin mientras moría, ¿en qué fallamos? Preguntaba Martin, sus ojos se cerraron y la sangre comenzaba brotar de su boca, el piso se manchaba de sangre mientras Camila gimoteaba y se arrepentía de su acto desesperado de amor mientras los celos abandonaban su cuerpo, Camila se daba cuenta que todo fue culpa de ella.
 

Pensé entonces en argumentos baratos, en obras sin ninguna trascendencia y me senté a llorar en medio del trip-hop y diálogos de cine mudo, me aleje de mi entorno y pensé en esa mujer que hace que mi mundo sea un bello poema, aquella mujer que me lleva al infierno y canoniza mi alma al momento de besar mis labios, aquella mujer cuya ternura obtiene la redención, aquella mujer que me envuelve en una nube de agonía y culpa cuando intento ser un hijueputa.
Soy el dios, el amo del universo y no me importa si los demás lo saben o no, soy el Shaitan, el mismo infierno hecho hombre y puesto en la tierra parea amar a aquella mujer, cuya ausencia paraliza mi mente, y hace que cada día sea más agudo sin devorar su alma y alejarme entre las sombras que suelen rodear nuestra felicidad.
 

Me alejo muchas páginas de aquel cliché de novela y pensaba que había perdido el tiempo leyendo esa miseria, y pensaba en que si quería ver tristezas más bien me iba para el cementerio; lugar donde Camila sabía que iría a parar muy pronto, mientras mis ojos se apaciguaban por el sueño leía el triste final de Camila quien en un acto de arrepentimiento confeso todo a Uriel, el mejor amigo de Martin.
 

Uriel paralizado ante aquella confesión abrazo a Camila y le explico que Andrea solo era una amiga de Martin y que este no la había visto en 15 años. Camila se hundía en un mar de culpas y lamento pero ya era tarde apara arrepentirse, Uriel enfurecido por la muerte de su amigo y en un acto de hipocresía convence a Camila de no entregarse a la policía y la invita a otro lugar donde podrían hablar más tranquilos.
 

La verdad es que Uriel había calculado la venganza de su amigo en cuestión de minutos y llevo a Camila a un remoto, sucio y desolado terreno donde la esperaban dos sujetos mas a quienes Uriel ya había llamado mientras Camila entraba al baño.
 

Mientras seguía leyendo, dizque intrigado por el fina, me imaginaba lo que iba a pasar y sabia lo que Uriel pensaba hacer con Camila, pensaba en Uriel como aquella ladilla que dice llamarse amigo y que no duda en ver la oportunidad para hacer el cajón y gusanearle la novia a los demás, precisamente esto pasaría con este tipo quien sacó provecho de la desgracia de su dizque amigo.
 

Uriel más que un amigo de Martin, siempre miro a Camila con lascivia y lujuria así que no tuvo reparo en hacer pagar a Camila en la forma en la que a este la parecía más prudente; le haría pagar su crimen y sus celos en tal forma que a Camila le hubiera sido más fácil entregarse a la cerda policiaca.

Uriel comenzó a manosear a Camila, mientras esta se rehusaba y entendía lo que pasaba, Camila gritaba pero su llamado de auxilio era estrellado contra la nada; Uriel tocaba bruscamente las tetas de Camila mientras esta se negaba a complacer al vengador de su amante, Camila lloraba mientras los otros dos tipos la agarraban fuertemente de los brazos, le agarraban la cuca en tal forma que lastimaron su sexo y provocaron una fuerte hemorragia, Uriel saco su verga y la introdujo en la destrozada boca de su víctima, Camila moría asfixiada, mientras una verga atravesaba su concha y la otra desvirgaba su culo. La sangre inundaba el lugar mientras estos tres hijueputas se morían de la risa por su fechoría; Uriel miraba a Camila con desprecio y escupía su cuerpo mientras esta se arrastraba por el fango, entre sangre y semen de tres lacras que la habían violado.

Camila moría cada vez que Martin juraba amor eterno, mientras ella esquivaba sus miradas y miraba con desprecio, Camila moría en un sucio baldío mientras era violada por tres amigos de Martin, Camila moría desangrada mientras el esperma de aquellos tipos recorría su vagina y se enredaba con el rojo, Camila moría arrastrada mientras el recuerdo de Martin invadía su memoria, Camila moría mientras pedía perdón a Martin, Camila moría mientras recordaba los ojos de Martin que se cerraban entre lagrimas y dudas.

Triste final el de Camila, pensé mientras no me sorprendió lo que paso, pensaba en aquella mujer a la que suelo amar con locura y pensaba que nuestra relación es cada vez mas similar a la de Camila y Martin, pensaba en que no sería capaz de lastimar a aquella mujer pero que el tiempo y las distancia están pudriendo mas lo que sería un dulce sueño entre jardines de pasión y bellos momentos de lujuria, donde nuestro amor se funde con nuestra fe de ser cada día mejores por nuestro futuro en este jardín de odio en el que suelo revolcarme como una larva sobreviviendo de la pútrida imagen de un soñador.