Fragmento de: Mi último orgasmo sobre las nubes que el sol no se alcanzó a fumar (Colección de textos sin ningún sentido) 2004.  (Una mofa sonsa a los niños góticos).
 
¿Escribir por ella o para ella? Ya no tendrían significado mis letras, he perdido el perfume de sus besos y el sabor de sus caricias, nada sobre nada, solo el eco que de mis temores y mis culpas que balbucea: no más, no aguanto más esta agonía que me ata como un tarangallo y me deja sin respiración, ato y ligo mis manos para no hacerme daño y evitar romper esa promesa; fue un dulce instante de fantasía, un bello momento en mis pesadillas, un pequeño fragmento de infierno.

Solo, siguiendo sus huellas por este desolado camino, intenté llenar sus vacios pero solo di pasos en falso, desearía haber penetrado en su cabeza, en su sentir, ser parte de ella y estar dentro de ella pero todo lo hice mal. Silencio: la más hermosa palabra que jamás se haya pronunciado se torna ahora más hermosa para no estallar contra su llanto.

Fingir que todo es igual sería fácil, pero no calmaría este dolor que ahora fluye en mi sangre, esta cólera que corroe mi cabeza, si un beso apaciguara este odio que me demuestra, quisiera reventar mis sesos contra la pared, deseo romperme los huesos contra el asfalto y escribir su nombre con la sangre que brote de mis manos.

Sabe mi nombre, eso fue lo único que pudo conocer de mí, eso es lo que puedo esperar de todos.
He perdido mi cordura, he perdido mis ganas de llorar y mis ganas de desvanecer, ahora solo soy un despojo y el frio en la espalda es el única compañía que me queda, fueron días hermosos, fueron días en los que pensé que vivía y que mi existencia no era vegetar esperando la dulce caricia de la muerte, pero su inmadurez me ha devuelto a ese mundo que detesto, a ese mal viaje que nunca supe pilotear, a esa esquizofrénica idea que deambula en mi cabeza y que día a día se cobra tamaño y me somete en silencio.