LOS NEGROS
Publicado en Jun 03, 2009
LOS NEGROS
Jurar que me lo dijo el gran Tonante o mi compadre Anselmo, contador de historias, sería una falacia de tintes mitológicos. Tampoco es un poema sino una confesión, un deseo quizás... o la ilusión de un viejo que irrumpe con sus vicios sobre el papel en blanco. Pero aquí está el testimonio hiriendo a barbilucios peritos de salón: Me gustan los negros como raza, y más me gustan las negras para el amor. Me gustan los negros porque son hermosos como mi abuelo que tanto los odiaba. Me gusta la risa de los negros con su carga de nostalgias y blancura como un chocar de olas contra los acantilados, y ese misterio de selvas africanas. Me gustan los negros porque llevan la alegría entre las venas y la poesía a flor de piel. No me hablen de la maldad de los negros ni de su imaginaria pereza. Me gustan los negros cuando rezan, cuando cantan y bailan retorciéndose como serpientes nocturnas sobre un petate de estrellas. Me gustan los negros por su fortaleza, por cruzar a través de los milenios enfrentando la sevicia de los blancos y otros animales igualmente feroces. Que permanezcan los negros y prosperen por todos los rincones del planeta; que me quieran como yo los quiero, y para eso, los seguiré queriendo. Esto no es un poema sino una confesión; sueños de quien vivió con los negros y como negro con ellos trabajó. Me gustan los negros como raza, y más las negras (mientras más negras mejor), porque ellas sí saben de sueños y de magia y en dónde está la clave de la felicidad.
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Guy Fawkes
My rating: Bright.
Carlos Campos Serna
Saludos, poeta.
Verano Brisas