El mundo blanco.
Publicado en Jun 24, 2010
Fragmento de: Placeres caníbales.
Fue ya hace algún tiempo cuando ocurrió esta historia, en una extraña tierra donde no existía la luz ni los colores brillantes, tampoco la oscuridad ni las sombras, solo era la pureza del blanco que se extendía hacia la perpetuidad de los limites fronterizos, entre verdes, figuras formadas en el mal de tierra y una sucia y roída pared. Sentado sobre la inmensidad de mi lecho observo la aurora boreal que se dilata eternamente sobre el universo, como una mancha amorfa, como un espeso liquido que recorre el cosmos haciendo apología a la eyaculación de un dios creador. Cardiacos momentos blancos entre angostas líneas de cocaína que conducen a esos mágicos palacios sostenidos sobre la nada, flotantes en la mitad del inmenso espacio, aquellos palacios de diáfanos cristales que revelan su interior secreto de bellas doncellas vírgenes, ansiosas por probar el placer, mujeres que asesinarían por saciar sus ansias de ser tocadas, de ser amadas, de ser fornicadas... ¿Será acaso este el más bello de mis sueños? "Alguna noche soñé contigo, soñé que te asesinaba y con los rojos de tu sangre adornaba aquellos infinitos blancos, mientras tu cabello era empapado por tus lagrimas, tus piernas reflejaban la inmensa excitación que te producía entregarme tu alma en tanto jurabas amarme eternamente o al menos hasta que se evaporaran mis restos". ¿Será acaso este el mas tétrico de mis sueños o la mas bella de mis pesadillas? Me pregunto mientras una bella rubia se masturba con delicadeza sobre mi cama, ¡He roto aquellos cristales que contenían esos virginales chochitos, he liberado la maldad en este blanco mundo, como una pandemia de adicción carnal! Beso la entrepierna de aquella hermosa rubia, bautizando su sexo con mi saliva, acertando en su lubricidad mientras poseo a la futura esposa de Satán, esparzo mi lipoide sobre su cuerpo beatificando su cadáver con las seminales gotas del dios creador. Hermosa rubia: Te he asesinado, he manchado con el carmesí de tu libídine las inmaculadas tapias que adornan este cálido infierno blanco, he atacado tu cuerpo con la letalidad de mis besos, he disfrutado poseerte y asesinar tu inocencia, esperaba bautizarte mientras permanecía estático dentro de tu tembloroso sexo. Algún día serás la concubina del demonio y he de esperarte en mi habitación hasta que te presentes como el súcubo que se prostituye en noches sin luna, causando el tedioso agotamiento a los inocentes mortales. Bienvenida al mundo blanco, bienvenida al infierno... Ahora podrás ver sobre mi cama como aquella aurora boreal se hace infinita mientras interpretas tus orgasmos, mientras una roída pared se derrumba en la frontera. Bienvenida a mi habitación.
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nydia
explendido
nydia
Me parece exactamente lo que es cuando te envuelve ''la aurora boreal''..una raya bien peinada..la poseíste a ella, y quizá a mi me fornico Satanás!!
Comparto tus castillos flotantes, pero he bajado ya hace 25 años de esa nube gris
expléndido trabajo..
me llevo algunos recuerdos personales, con tu venia...
daih
gabriel falconi
esta muy bueno esto de que alguein escriba sobre el infierno
sobre la realidad.... sobre las cosas de carne y hueso ....
te dejo mis estrellas.