Fragmento de: Placeres caníbales. 
 
¡Hoy es uno de esos días extraños!

Si, de esos donde despierto con una ligera resaca, puedo sentir en el ambiente un aroma algo especial, tal vez sea la letanía del espesor de un aire demasiado denso, ¡Tendré sexo toda la jornada! Pienso mientras miro por la ventana, el agua cae lentamente esta mañana, alguien me dirá te amo y yo sonreiré sin gracia, volveré a fingir después de hoy, quizá mañana o el jueves, hoy solo tendré sexo mientras las golondrinas huyen de la lluvia, los gatos se exilian en los ultra muros, mientras comienza la tempestad. El día se hace cada vez más gris. En el teléfono escucho la voz de Verona, le digo que la extraño, ¡puedo sentir algo en el ambiente! Es como una premonición, me gusta pensar cuando tengo la resaca justo como hoy, ¡Suave! Me tiendo sobre el colchón, la luz no alcanza a atravesar bruscamente la cortina, es un día gris y mi posición es propicia para quedar en el duermevelas, cierro los ojos mientras pienso en la profundidad del vacío. Anoche alguien me hablaba de corazones rotos, de pantimedias en malla, amores frustrados, amores lejanos y amores olvidados ¡amores al fin y al cabo! Me pregunto si Verona realmente me ama, yo solo sonrío cuando lo dice, eso la hace feliz, bueno al menos eso expresa su rostro, tan angelical, tan delicado ¿su corazón tendrá la misma fragilidad que su rostro? El tiempo pasa, la lluvia permanece, el día sufre de esterilidad repentina, hoy tendré sexo en esta cama. (Los corazones rotos son una obra de arte si eres un buen artista que utiliza las malas herramientas a su favor, los corazones rotos son un arma letal cuando los tienes en tu contra y eres tu quien rompiste uno de ellos) Las pantimedias en malla son irresistibles en algunas mujeres, es una buena fusión entre lo anterior, la conversaciones de las diversas clases de amores y unos cuantos tragos... Estoy en el submundo, hay una chica que apenas conozco en mi baño, la leve resaca se convierte en un sideral mareo, el día es cada vez más denso, una diminuta sombra se prepara a devorar el detrito de mi alma, pienso en Verona, extraño sonreírle cuando dice te amo, hoy no quiero fingir ¡tendré sexo toda la jornada!

¡Regresa Verona!