Edmund y Victoria se separaron lentamente.
Victoria suspiro y tomo el libro donde estaba la foto de los Romanov, habìa algo en aquellos rostros , algo muy hermoso y a la vez aterrador. Los adorables semblantes de las grandes duquesas parecían tener algo que decirle con la mirada pero no podia leerlo.
De pronto Edmund levanto con un dedo la barbilla de victoria haciendo que ella se sonrojara, ¿Por qué no podía evitar que ese hombre le gustara tanto?
Edmund la miro a los ojos y luego tomo el libro de las manos de Victoria, busco por cada rostro de aquella familia hasta que detuvo la mirada y aspiro aire bruscamente, después la miro con los ojos llenos de dudas y algo de miedo.
 
-¿Qué?- pregunto la mujer
 
 -No se si deba decírtelo....
 
 -¿Qué cosa?
 
 Edmund la volvio a mirarla de una manera muy extraña y miro la fotografía de nuevo.
 
 -Es que...
 
 -Dime, por favor- odiaba que la tratara de esa manera, tan misteriosa
 
 -¿Prometes no ponerte como loca?- Victoria frunció el ceño ante esa petición, ¡Vaya pregunta!, pero solo asintió con la cabeza- Lo que pasa es que...bueno no se si lo habrás notado pero...te pareces a ella
 
 Le tendió el libro y señalo a María Romanov, Victoria recorrió a la muchacha de arriba para abajo, pero solo pudo encontrar...bueno no vio nada de esa niña en ella.
 
 -No es cierto- lo miro con reproche-mentiroso, ella y yo no nos parecemos en nada.
 
 Edmund negó con la cabeza.
 
 -Es por que no te ves por fuera como los demás, pero créeme tu y María tienen...algo. Son muy parecidas
 
-No lo creo, ella era mas hermosa ¿lo recuerdas? Era la hija mas hermosa de Nicolás
 
 El hombre frunció el ceño y bufo, luego sonrío un poco.
 
 -Bueno, entonces en eso son parecidas....ambas son muy bellas- Rompió a reír ante el sonrojo de Victoria- Además tienes un aspecto bastante ruso si me permites decirlo
 
 Victoria se encogió de hombros, ya se había dado cuenta de aquello desde que había llegado.
 
 -Lo había notado
 
 Edmund parecía querer agregar algo mas pero de pronto tocaron la puerta, Victoria se apresuro a abrir y ahí estaba uno de los guardias.
 
 -Disculpen- dijo apenado- pero tengo varias personas afuera preguntando por un tour y...
  
Victoria y Edmund se miraron elocuentemente y sonrieron.
 
 -A la carga .
 
 
 
 
Se pasaron todo el día con visitantes y ya no pidieron hablar mas; no fue hasta las ocho de la noche que se fue el ultimo grupo de la casa.
Victoria estaba feliz de cierto modo ya que por fin Edmund había aceptado creerle y la iba a apoyar con todo ese asunto ( aunque ella esperaba que no volviese a pasar jamás) (y que equivocada estaba).
Después de ordenar un poco su escritorio fue a ver a su, ahora, alidao. Toco discretamente la puerta.
 
 -Pase- respondió Edmund
 
 Victoria entro con sigilo y ahí estaba el, sentado frente a su escritorio lleno de papeles, al acercarse vio que en realidad se trataban de hojas llenas de fechas y números y varias fotos de la ultima familia imperial rusa.
 
 -¿Qué haces?- la verdad tantos calculas la sorprendían
 
 -¿Te dije que te iba a apoyar no?- le sonrío con suficiencia- Pues eso estoy haciendo
 
 -Ah, ¿y como para que son tantos cálculos y números?
 
 -Son las fechas de nacimiento de cada miembro de la familia, la fecha de muerte , y cosas así
 
 Victoria lo miro confundida, ¿y eso que tenia que ver?
 
 -¿Para que vamos a necesitar eso?
 
 
-Pues por si alguien nos esta haciendo una broma pesada. Ya se, ya se-añadió al ver que la mujer abría la boca para contradecirlo- Pero hay que cubrir las cosas sueltas por si las dudas
 
 -Bueno, dudo que alguna de las duquesas siga viva y nos este tomando el pelo- Victoria se rio de su propio chiste pero a Edmund se le congelo la expresión- ¿Qué?
 
 -Nunca te lo pregunté....¿como era ella?
 
 Victoria sintió un escalofrío que la recorrió entera al recordar esa noche, ese rostro....
 
 -Yo...no lo recuerdo bien...era- desvió la mirada hacia las fotos y tomo una en donde se veía a los hijos de Nicolás en un parque; de pronto, un rostro destaco entre los demás y Victoria se sintió transportada hacia la...aparición o lo que fuera que vio esa noche. Los mismos rasgos, los mismos ojos, el cabello...-Era Olga
 
 Edmund se levanto del escritorio de un salgo y la tomo de los hombros.
 
 -¿Qué?
 
 -Si, si era ella- le puso la fotografía delante- los mismos ojos, los mismos labios....era ella solo que....-volvió a recorrerla un escalofrío-....con un disparo en la cabeza.
 
 -¿Estas segura?- Edmund  no podía dar crédito a lo que veía y oía
 
 -Si, totalmente segura- casi temblaba de la emoción ante la revelación de quien era la chica del sótano- Olga Romanov esta ahí abajo Edmund
 
 -¿Quieres decir que sigue ahí?- el pobre tenia los ojos como platos- Quiero decir que no se ha ido
 
 -¿Y a donde podría ir?
 
 -Yo que se... a otra parte. Además no estamos cien por ciento seguros que haya sido ella....
 
 -¿Qué quieres decir con eso?- la ira llameaba en el pecho de Victoria- ¿Estas insinuando que estoy mal o que?
 
 •-         No, no es eso es que....-la miro como si fuera una niña a la que se le tiene que explicar todo con cuidado- Míralo de otra forma Victoria podría ser cualquiera y...
 
 -¡Ah! Osea que mataron a mas gente aquí. 
 
 -No seas tonta, es que nada tiene sentido ahora, ¿Olga aquí? ¿Qué podría ser como para seguir en el lugar donde murió? ¿Un fantasma?
 
 -No me digas tonta, idiota. No se que puede ser pero algo es y...no se tal vez quiere...decirme algo....
 
 Edmund abrió la boca para contestar pero de pronto una voz femenina susurró:
 
 -Si...
 
 Los dos se quedaron helados.
 
 -¿Qué fue eso?- pregunto Edmund
 
 La voz volvió a susurrar
 
 -Ven...ven....
 
 Victoria estaba aterrada, no podía ni respirar no, no podía estar pasando otra vez, tenia que ser un sueño, esa... cosa tenia que irse de una vez. Pero aun estando terriblemente asustada tenia el extraño impulso de ir a donde la voz la llamaba, entonces recordó que Edmund no creía en lo que ella había visto y deseo con todas sus fuerzas moverse para llevarlo hasta donde estaba la voz, para que viera por si mismo...
 
 -Por favor....ven...
 
 De pronto Victoria recupero la movilidad de sus dedos de las manos, tenia que ir hacia ese llamado. Dio un paso hacia Edmund quien la miro aterrado, era la hora de enfrentar ese asunto de una buena vez.
 -¿Vas a apoyarme si o no?- le tendió una mano para que la acompañara, el la miro durante un rato y luego trago saliva; lentamente levanto su mano para tomar la de Victoria; juntos dieron unos pasos hacia la puerta, al llegar a ella Edmund suspiro y la abrió. El pasillo estaba oscuro pero no había nada ni nadie.
 
 -Ven...- la voz provenía de arriba de las escaleras, tragaron saliva y subieron....en lo alto de las mismas estaba....Tatiana Romanov.
Victoria calló de rodillas al mirar a ese rostro tan espeluznante como el de su hermana, lleno de sangre y lágrimas; Victoria empezó a temblar como si estuviera convulsionando, a su lado Edmund no se movía.
 
 -¿Q-què-quie-quie-res?- tartamudeo Victoria
 
 Tatiana fijo sus ojos en ella y, por un momento Victoria sintió una poderosa conexión con aquel espectro, como si muy en su interior ya la conociera.
 
 -María....-susurro la duquesa y se inclino hacia delante- María...
 
 ¿Qué quieres?- pregunto Edmund quien no había dado señales de vida
 
 Ahora Tatiana lo miro y un gemido salio de su garganta.
 
 
-María...
 
 -¿Qué pasa con ella?- Victoria no podía entender cómo podía hablarle así a un fantasma (si es que eso era)
 
 Entonces Tatiana echo a correr hacia el pasillo detrás de ella y entro en una habitación; Edmund jalo de Victoria hasta que se levantó.
 
 -Vamos- gruño
 
 Entraron a esa habitación, era el dormitorio donde las princesas había dormido por ultima vez, aun conservaba unas cosas como un espejo el cual estaba empotrado en la pare, en el se junto a el , en la madera estaban grabadas las palabras: ¿Dónde está ella?