El Inquilino
Publicado en Jun 27, 2010
Puedo escuchar mi corazón, y sentir como las sensaciones van y fluyen, se conectan desde mi boca hasta mi vagina; lo siento llegar, y escucharlo enloquece mis hormonas. Quiero brincarle, comérmelo a besos, lamerle el sudor cual gata, besar su boca hasta caer al piso y ser uno solo. Sus ojos son como acantilado, quiero llorar, gritarle y decirle no te vallas nunca, recibe, recibe quiero dártelo todo. Toma mi cuerpo, mi alma, mi ser, tómalo todo, todo. Pero no, no se puede, no debo perder el control. Sube a casa, entra y solo hay un beso en la mejilla.
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JOSEFINA RIVERO