Esperado Encuentro
Publicado en Jun 28, 2010
¡Y cómo ha pasado el tiempo! Ni siquiera imaginaba
tener una nieta así, tan hermosa y tan formada En tus negros ojos moros, en tu piel aceitunada y en ese, tu andar felino, veo herencias muy marcadas. La ascendencia de tu madre, que no puedes ocultarla. La última vez que te tuve, en mi regazo, faltaban, para tu tercer cumpleaños, sólo unas cuatro semanas. En relaciones humanas, es difícil de prever, si no hay señales visibles, lo que pueda suceder. Te fui a buscar, un buen día, como siempre acostumbraba, Para llevarte a jugar, hasta la plaza cercana, donde había, calesita, toboganes, cinco hamacas y un trencito con vagones, que rodeaba la manzana, con asientos de colores. Preferías el azul, pintado con flores blancas y yo sentada a tu lado, como si fuera otra niña, contigo lo disfrutaba Toqué el timbre de tu casa, de afuera, nada escuchaba, Otras veces que llegué, tu vocecita afinada, para que abriera la puerta, a tu madre, le clamaba Pero nadie vino a abrir, ni tu reclamo se alzaba. Insistí, pero fue inútil. La vecina de tu casa, que siempre me saludaba, se acercó para decirme lo que menos esperaba, que tu madre se marchó contigo, en la madrugada. Nada de eso, yo, entendía, mi palidez, se acentuaba. Tuvo compasión de mi me hizo pasar a su casa y me dio algo de beber. Por mi garganta cerrada, era imposible tragar, ni articular las palabras….. Como pude, caminé, angustiada, hasta mi casa. .Pregunté a los conocidos, de tu madre, dónde estaban Nadie sabía de ustedes y nadie se imaginaba que alguien pudiera llevarse a mi nieta bienamada sin haber motivo alguno para ser tan desalmada. Recorrí por muchos días, lugares que frecuentaban, parientes, amigos, gente…..ninguno sabía nada. Hasta de mi me olvidé y tanto me descuidaba que una tarde me encontraron, casi sin vida en la plaza, esa placita de barrio, a donde yo te llevaba, tomadita de la mano, para que la disfrutaras. Me internaron por dos meses, cuando me dieron el alta, en mañanas y en las tardes, las escuelas visitaba, buscando entre tantos rostros, la carita que adoraba, Siempre me pareció verla, pero estaba equivocada. Así fue pasando el tiempo y me resigné a mi suerte Mañana cumples quince años, sin más, has venido a verme, Las lágrimas, en tus ojos, son señales evidentes, de que jamás olvidaste a tu pobre abuela, ausente. ¡Hoy agradezco al Señor, esta gracia de tenerte!
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Filiberto Oliveros
haydee
No te mueras Nunca!
haydée
Daniel Florentino Lpez
utilizan a los niños como rehenes
de pasiones inentendibles.
Conmovedor poema!
Saludos cordiales
Daniel
haydee
A veces por ignorar esas leyes ó los mecanismos para hacerla efectiva, sufren como la abuela de mi relato.
leticia salazar alba
haydee
Gracias por tu presencia y tu amable comentario
Mara Ester Rinaldi
Hermoso y real, buen tema, amiga.
Un càlido abrazo...Marìa Ester.
haydee
Hay , en nuestro país una legislación vigente. Es necesario asesorarse.
Gracias, maría Ester
haydée
Felix Antonio Esteves Fuenmayor
Saludos
Félix
haydee
Gracias, amigo Félix
haydée