“Piensa en la diminuta mota que se convierte en un cuerpo humano, …se crea una nariz, y una boca, y dos pulmones, …Y toda esa información está presente y sabe cómo convertirse en todo eso. Hay tanto conocimiento dentro del cuerpo humano!. Para estar bien, debes liberar el conocimiento que aguarda en el cuerpo humano, de las resistencias que has ido recogiendo a lo largo de tu experiencia física. El mejor enfoque desde la Medicina sería: “Bien, veo que tu cuerpo físico está enfermo; ¿qué te ha estado molestando?. ¿Qué te preocupa?. ¿Qué te enfada?. ¿Qué te frustra?“. Porque esto es lo que se esconde en la raíz de tu enfermedad. Y luego, les diría: “Déjalo ir, déjalo ir, déjalo ir”. Este es el mensaje, y si los pacientes en cuestión pudieran escucharte y hacer esto, estarían bien de inmediato”. Abraham Hicks.
Por eso, el secreto reside siempre en sentirse bien AHORA. Sentirse lo mejor que seamos capaces a cada momento y en cada situación. Ese es el orden: de adentro hacia afuera.
Si nuestro cuerpo se encuentra enfermo ahora, cuidémonos. Cuidemos también y sobretodo, nuestros pensamientos y emociones. Es un tiempo para darse tiempo y espacio para sentirse bien. Para reconectar. Para soltar las preocupaciones, el estrés, los sentimientos negativos, todo aquello que nos pesa y nos sobra; todo aquello que no nos aporta energía sino que, al contrario, nos la consume sin retorno.
Muchas veces somos conscientes de la razón o razones que nos hacen sentir mal y puedan estar consumiendo nuestras energías y enfermándonos. Otras veces, no lo somos tanto. En cualquier caso, para reestablecer el equilibrio natural de nuestro organismo y recobrar la salud, deberemos centrarnos en soltar cualquier acción, pensamiento o emoción que sintamos que nos perjudica en algún grado y regalarnos el derecho de hacer o dejar de hacer lo que realmente sintamos.