El Jarrn Roto (Cuento Esotrico)
Publicado en Jul 01, 2010
Un día como cualquiera, fui directo a trabajar. No me despedí de mi familia, ni desayune siquiera, solo tome un café que me erizo los nervios, solo vivo para trabajar, hacer dinero para no tener mas incomodidades en la vida, no padecer necesidades y construirme un futuro. Todo lo tengo firmemente planeado, si mis cálculos no fallan seré jefe de mi departamento en un par de años, en diez seré gerente general y moviendo mis influencias en las bolsas de valores podre llegar a ser dueño...dueño de la empresa con el pasar del tiempo. Todo esta fríamente calculado, como dirían en una conocida serie de televisión setentosa, pero no se porque, hoy siento algo extraño en el ambiente... pero que podría salir mal?? mis cálculos jamás han fallado y soy un excelente trabajador, solo le produzco dinero a la empresa. Inexplicablemente fui despedido, un negocio salió mal, confié en unos compañeros a los que consideraba mis amigos porque teníamos el mismo interés de ser millonarios, pero estafaron a la empresa y me arrastraron con su codicia. Pase un mal rato y varias horas en una delegación de la policía, al quedar claro que no tenia nada que ver en el asunto me dejaron libre, necesitaba consuelo, por lo que decidí ir a buscar a mi amada novia, a quien por cierto tenia cerca de un mes manteniendo únicamente contactos telefónicos, pues me encontraba muy ocupado haciendo dinero para construir mi futuro con ella. Llegue a casa de sus padres, su mama me vio con muy mala cara, solo me dijo que su hija se había cansado de esperar por mi, decidiendo marcharse de la ciudad en busca de una nueva oportunidad de ser feliz y de estudiar... consternado, me despedía de la señora con cortas palabras mientras retrocedía impactado por la noticia. Sin trabajo y sin novia, comencé a deambular por las calles de la ciudad camino a mi casa, completamente sumergido en mis pensamientos, no me fije que caminaba en la calzada y un conductor distraído hablando por su teléfono celular me llegaba con su automóvil por mi lado derecho... no se que sucedió, pero creo que perdí el conocimiento. Me vi volando sobre el lugar del accidente, me vi a mi mismo tirado en el asfalto en un charco de sangre, el conductor del vehículo estaba en una severa crisis de nervios, habían muchas personas rodeándome, de hecho unas se valieron de la oportunidad para despojarme de mis prendas de valor. Al llegar los paramédicos me inmovilizaron y comenzaron a resucitarme, me sentí jalado hacia mi cuerpo de nuevo, no quería volver a el, pero la vida me llamaba... así me vi en el hospital, con una armadura de yeso, con mi familia rodeando mi cama, escuchaba sus comentarios: -"Por fin ese tacaño obtuvo su merecido!!!"- era la frase mas recurrente, mi madre con lagrimas en los ojos me veía desde la silla al lado de mi cama, esperando que recobrara la conciencia... pasaron los meses y por fin me enviaron a casa con solo una bota de yeso. Sintiéndome inútil al cuidado de mi madre, sin un empleo, abandonado por mi gran amor y las falsas amistades, me sumí en una profunda depresión, no comí ni dormí por muchos días. Luego la depresión cambio por la amargura, haciendo la vida imposible a todo ser vivo que se me acercara. Un día, del que me acordare toda mi vida, paso algo extraño, tuve una sensación igual al día en que comenzaron mis vicisitudes en la empresa en que trabajaba, la sensación de que algo pasaría y me cambiaría toda la vida, fue cuando apoyándome en mis muletas tropecé con un jarrón feo que tenia mi madre en la sala, ella me vio y se le llenaron los ojos de lagrimas, pues mientras recogía los pedazos me decía que ese jarrón yo se lo había regalado cuando niño, lo hice con mis manos, era el único recuerdo material que tenia de aquel niño feliz y cariñoso que con los años se convertiría en un hombre frío y ambicioso... le pedí que no se preocupara pues lo repararía. Busque un pegamento fuerte, junte todos los pedazos y comencé a unirlos uno por uno, algo me sucedía mientras lo reparaba, me veía como si yo fuese el jarrón hecho pedazos, entendiendo que solo esta en mi recoger todos los pedazos que deje regados con mi caída, debiendo pegarlos uno por uno en su lugar para volver a estar de pie, aunque con las cicatrices del golpe recordándome mi caída, pero me servirían para recordar lo sucedido y no caer de nuevo... así fue que entendí todo, solo estaba en mi levantarme y seguir mi camino. El jarrón quedo reparado, mi mama dice que es mas bonito que antes, pues le recuerdan al niño dulce y al hombre nuevo que soy ahora, me recupere de mis heridas, enmendé mis errores, ya no trabajo por dinero sino por hacer lo que me gusta, oriento a las personas que tienen estos problemas y temores de volver a comenzar, tengo una nueva pareja, nuevos amigos, recupere el amor de mi familia, a todos le manifiesto mis sentimientos, por sobre todo estoy experimentando algo que hacia mucho tiempo no sentía, la felicidad de ser quien quiero ser... MARVIN RICHARD VELASQUEZ Derechos reservados 2010
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Marvin Richard Velasquez
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