Me he convertido en un cadáver
Publicado en Jul 07, 2010
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Fragmento de: Sesiones Encontradas: V Flácidos Actos, hits musicales antes de meterse un balazo y el placer de una muerte lenta.... 
 
 
Acto IV: Nancy.
Carta escrita por Sid desde el tétrico bar de las sillas vacías
(Parental Advisory Trip Hop Alcholic Version).
 

Aún no logro superar la ausencia de Nancy, cada segundo que pasa desde que juramos decirnos adiós, ha sido eterno, ha sido un instante que dejó una gran cicatriz en mi espalda después de haberme extraído la espina dorsal. He bebido, me refugiado en el licor, creo que esta es la única forma en que puedo llenar este gran vacio que ahora se hace cada vez mas insoportable, las horas pasan lánguidamente mientras observo el cielo de una calurosa tarde de Marzo, contemplo las nubes, sus formas y sus movimientos, las observo fijamente mientras permanezco en la cúspide de mi percepción: puedo sentir la gente que pasa a mi derredor, puedo describirlos en su esencia sin tener la necesidad de observarlos, consumo en grandes tragos media botella de algún whisky barato, el tiempo pasa lento y el momento se hace mas flácido a medida que el sol se fuma las nubes....
 

Tarde de Marzo, son casi las 4 Pm y el calor es intenso, no logro soportarlo por mucho tiempo porque soy un tipo de sangre fría; cada vez me hago más lagarto, cada vez muto en un furioso ser habitante de las pantanosas cloacas del Jardín del Odio, por eso recurro al licor para apaciguar esa furia que habita dentro de mí. Me encuentro sentado en la barra frontal de el escabroso bar de las sillas vacías, desde esa hermosa y triste despedida este ha sido mi lugar, este bar a sido mi trinchera; "cada minuto sin ti se hace mas agudo, mas deprimente, mas perceptivo, puedo describir segundo a segundo con perfección porque se graban en mi piel uno a uno mientras intento no recordarlos.... La música de fondo es algo que no me molesta, es algo que no me hace sentir Down, es algo que no logra trasmitirme nada, porque son canciones que no escuche contigo, que jamás viví contigo, por eso intento consumir ese estruendo: música Hardcore, (estos extravagantes ruidos, no fueron fabricados para la perfección de tus oídos vida mía), pero soy un tipo loco que intenta darse de jeta contra el mundo mientras disfruta el placer de un mosh..." he bebido, tengo poco dinero y aun no me siento mareado; destapo una cerveza después de haberme pasado otro trago de whisky, le gente me mira pero no me importa,  ya estoy acostumbrado a  sentirme observado, tildado y encasillado por un montón de humanos, que no dejan de ser mas que una fabrica de excremento mental.
 

J.D. es un buen tipo, puedo considerarlo mi amigo, últimamente ha estado ahí cuando lo necesito: No suelo contarle mis problemas al mundo, pero si necesito de alguien que me hable para no agotar el silencio y terminar con ansias de beberme un cianuro... Plofffffffff.... J.D, balbucea mientras le sonrío e intento hacerme el interesado, pero solo puedo pensar en el agujero negro que se forma en mi intestino, ese súper masivo que ha provocado la ausencia de Nancy.... Recuerdo las conversaciones que he sostenido con J.D, tenemos muchas cosas en común, siempre caemos en cuenta de nuestros puntos encontrados, después de consumir muchas cervezas en un sucio anden de un parador de camiones, en la mitad de la nada, la noche, el frio... mis ansias de continuar bebiendo siempre me hacen terminar en el mismo lugar con J.D....
He vuelto a la realidad y J.D. me ha dicho que ha conseguido un buen trabajo, le estiro mi mano y lo felicito mientras continúo sentado en la barra frontal del escabroso bar de las sillas vacías, el cual J.D administra. Las horas continúan pasando lentamente y yo continúo con mi fija mirada en el cielo y en la forma de las nubes, intento perderme en la inmensidad del universo, intento buscar mas allá del nirvana solo guardando la esperanza que pudiese toparme una vez mas con esos hermosos ojos verdes que producen en mi la tranquilidad suficiente para desistir del a sucia idea del cianuro. "Intento encontrar tus hermosos ojos querida Nancy".

El tiempo no avanza, las nubes permanecen estáticas y aun continua quemando el sol, el whisky desaparece en mi garganta y solo puedo pensar en Nancy y el dolor que causa cada puñalada que me propinan uno a uno los segundos desde el momento en que  decidí cavar mi tumba y enterrarme vivo, mientras esperaba el placer de ser devorado por las ratas en una tarde calurosa.
Bebo de la botella de whisky e intento escribir un Fragmento para Nancy:
Te extraño desde el tétrico bar de las sillas vacías...

Puedo ver un par de moscas que se aparean sobre un charco que refleja aquellas nubes estáticas, fabricando en el agua pútrida el nudo perfecto para este momento.... Hace un par de horas nos hemos dicho adiós, hace un par de horas miré tus ojos por ultima vez, hace un par de horas bese tus lagrimas mientras el alma se me  comprimía letalmente, haciéndose tan minúscula que se escapaba en cada beso que deseaba propinarte, han pasado exactamente 18236 segundos y contando, desde que empecé a sentirme un cadáver....

Los últimos momentos a tu lado fueron la experiencia mas hermosa que jamás hubiese podido experimentar, también se convirtió en la más trágica, la más desgarradora, la más incompleta.... Créeme preciosa Nancy cuando digo que jamás había experimentado el amor como lo he interpretado contigo, ser consciente de realizar un inmenso sacrificio (tal vez el único tan puro, tan sincero que pudiese hacer en toda mi existencia) mientras olvido que en un par de instantes tendré que decirte adiós. Me concentro en interpretar ese cuento que te pedí que me narraras, intento permanecer mi cabeza recostada en tu pecho, dilatando aquel indescriptible momento (lánguido, dilatado, cruel, hermoso, mórbido, inconscientemente consciente), interrumpo tu narración mientras acerco mis labios a tu dulce boca, intentando besarte tan fuerte que te reconfortes tanto que ya no quieras separarte de mi ni un solo instante.... Reacciono y me doy cuenta que eso ya no sucederá, así que vuelvo a preguntarte por el conejo llorón que estaba enamorado de la ardilla voladora; vuelvo a recostar mi cabeza sobre tu pecho y escucho como nace tu voz desde tu profundidad, en la forma de aire mas pura, colándose por tu boca en forma de una dulce melodía que tranquiliza mis oídos... intento besarte una vez mas, mientras acaricio tu piel debajo de ese hermoso vestidito verde de pepitas blancas que suele quedarte muy bien, suele despertar mi lado animal, mi lado lagarto... te beso, te acaricio como muchas veces deseé hacerlo, te abrazo y me quedo inmóvil mirándote a los ojos, diciéndote: Te amo ardilla voladora, ¿puedo besarte una vez mas? Y tu respondes: claro que si pequeño conejo llorón... Soy un conejo llorón, lo se y lo sabes pequeña Nancy, el llanto es algo que no puedo evitar y menos sabiendo que jamás volveré a mirarte a los ojos hermosa ardilla voladora. Te beso, te recorro, cuelo mis manos por tu vestidito, acaricias mi  espalda mientras eso hace que mute de un pequeño conejo llorón a un lascivo e insaciable perro enfermo.

Acaricio tu sexo con la delicadeza que suelo hacerlo, delicadamente paso uno a uno mis dedos por encima de tu ropa interior, disfrutando, excitado haciéndote desesperar, haciéndote pedir que te posea de una vez por todas, lentamente introduzco mi índice entre tu jugoso sexo y comienzo a variar la velocidad de mis caricias, mientras te pido que continúes tu narración, realmente estoy ansioso por saber que sucedió con la ardilla voladora y el conejo llorón... beso tu sexo mientras el silencio se apodera de tu alma, quisiese poder mirarte a los ojos mientras bebo tus jugos, quisiese poder devorarte eternamente, demostrándote que soy el mejor de los amantes y solo tu eres merecedora de ese placer, solo tu eres merecedora de mi amor pequeña Nancy, recorro tu vientre con mi lengua, juego con tu ombligo humedeciéndolo con mi lengua de aligátor, (aun no eres consciente que los lagartos no pueden asomar la lengua, pero que yo pertenezco a una raza muy especial de leviatanes, preciosa Nancy), desabrochas mi correa mientras beso tu boca y te miro fijamente, cuelas tu mano en mi ropa interior y acaricias mi sexo, lo aprietas y lo manipulas mientras lo acercas a tu húmedo género, ahora estoy dentro de ti en un hermoso acto de amor, conscientemente sabemos que este es el adiós de este amor; no quito mi mirada ni un solo segundo de tus ojos mientras me muevo a distintas velocidades dentro de ti, quisiese decirte una vez mas que quiero ser tu inmortal amante, el mejor para ti, pero ese bello momento es interrumpido por el molesto ruido de tu teléfono,( y ahí estoy otra vez en un acto mediocre, donde el afán aniquiló la culminación de ese hermoso trance, ahí estas tu otra vez, mirándome, mientras yo esquivo tu mirada detrás de un par de lentes oscuros que esconden mi tristeza mientras intento rasguñar el techo hasta que el alma regrese a su orilla...) me abrazas tan fuerte, me besas y me dices adiós mientras un par de lagrimas se escapa nuevamente de tus ojos, mojando mi camiseta, te abrazo tan fuerte que no quiero soltarte en un millón de eternidades. Te alejas y te limpias las lagrimas mientras acaricias y observas esa roída pared que algún día prometiste ayudarme a pintar, esa sucia pared en la que solía reventarme la cabeza cuando el lagarto se apoderaba de mi, cuando ese ser furioso y de sangre fría emergía rápidamente desatando su ira contra la tapia, jodiendome la crisma, (justo como en este momento lo estoy evitando incansablemente) Pffff, ahora se que el destino de esa sucia y desgastada pared es permanecer adornada por la roña hasta el final de sus días como una pared.

Querida Nancy toma mi corazón, realmente es tuyo, devóralo si es lo que quieres hacerlo, cuídalo si es lo que te nace hacerlo o destrúyelo y quema sus restos si es lo que te place... Ese no es mi problema, mi corazón es tuyo, alguna vez lo necesité para amarte, porque así lo deseabas; pero ahora que tu ausencia comienza a acariciar mi cara como la frialdad en que la muerte toca los pies de los mortales en la madrugada solo para cumplirles la promesa de inocencia eterna. He de convertirme en un cadáver y los muertos no sentimos, entonces ya no necesito un corazón, tómalo como un viejo recuerdo de alguien que te amó hasta que se extinguió en el infinito, tómalo como la moraleja de aquella hermosa narración de la ardilla voladora y el conejo llorón. Si no lo aceptas y me lo das de vuelta, seguramente me estarás comprando un boleto de estadía eterna en la más sucia suite de algún macabro manicomio.

Te alejas con tus ojos totalmente inundados, sales tan rápidamente que solo espero en alcanzarte y repetirte una vez mas que te amo y necesito un ultimo abrazo, necesito sentir tu mano estrechando la mía una vez mas, me pides que te deje sola y me abrazas fuertemente, te imploro que por favor me permitas acompañarte hasta el paradero del micro. "He comenzado a morir y realmente deseo experimentar el placer de una muerte lenta", acaricio tu mano y la estrecho con esa fuerza que solo puede ser causada por un temor superlativo como el ser olvidado... a medida que caminamos, nuestras manos se estrechan con mas fuerza, nuestros ojos son alimento del llanto, y el temblor se apodera de nuestros labios, a medida que avanzamos yo solo puedo pensar en un viejo hombre en la mitad de la nada, precisamente allí donde el empíreo se funde con el averno y el eco del silencio se convierte en un acto perpetuo, un viejo hombre acompañado por una oxidada pala y una antigua escopeta de doble cañón, esperan el momento de desentrañar el final de aquel hombre arcaico, a medida que  mis pasos son mas cortos el hombre utilizaba aquella oxidada pala, se esforzaba en cavar lo que en algunos minutos seria su tumba, aquel hombre en mi cabeza extraía aquellos fragmentos de tierra cada vez mas rápido, cada vez mas fuerte, cada vez aceleraba su ritmo mientras yo intento agarrarte de la mano, apretártela con suficiente fuerza que decidas no soltarme jamás, desvanezco el rito de mis pasos mientras el hombre persiste en cavar.
 
Falta solo una cuadra para llegar al paradero del micro, aun no quiero terminar de cavar mi tumba, pero el aquel hombre viejo solo quiere terminar de construir su ultima morada, hemos llegado a este sitio donde el destino deparó nuestro ultimo adiós, donde comenzaré a sentirme solo un cadáver, un trozo de mortecina a domicilio... Te abrazo una vez mas mientras te quito los lentes oscuros que ocultan tus ojos, te miro fijamente y te digo te amo mientras arrebato una pequeña lagrima naciente de tu ojo derecho y la introduzco en mi boca, tu micro esta a media cuadra y te despides de mi con un ultimo beso que no logro recordar muy bien; mientras me besas el hombre ya ha terminado de cavar su tumba y ha agarrado su antigua escopeta, mientras te alejas y abordas el colectivo el hombre se apunta en el pecho y me preparo para morir al mismo tiempo, decido no mirar hacia atrás y agachar mi cabeza mientras tu micro avanza y el hombre decide sacarse su corazón de un crudo escopetazo en el pecho, el hombre muerto cae en su tumba precipitadamente, mientras yo lo hago al mismo tiempo en que camino por las calles del Jardín del Odio, observo las nubes y comienzo a contar los segundos que llevo inerte, tirado sobre una tumba que yo mismo cavé, sobre esa ultima morada que yo mismo construí, resignado a ser mortecina viviente.
 

Adiós querida Nancy jamás pude interpretar bien al verdadero Sid.
 

He terminado de escribir el fragmento a mi amada Nancy mientras anochece a un paso lento y estúpido, no he perdido la cuenta de los segundos, pero no los recuerdo, el cielo ha cambiado de color y las nubes de forma, algunas han muerto en el abismo universal y otras fueron el tabaco de una tarde soleada, la noche cae mientras el whisky y las cervezas se agotan, deseo escuchar una vez mas su voz, le digo a J.D, necesito un segundo mas de Nancy... llevo muchas horas escondido aquí en el escabroso bar de las sillas vacías y aun ningún alma se acerca por aquí. Me pregunto si es que ya he comenzado a expeler los feos olores de la mortecina en la que me he convertido, entonces recuerdo que  el tiempo pasa lentamente y hace poco me he ganado el titulo de cadáver.

No he dejado de mirar el cielo ni un solo instante, lo he observado desde como aparece la luna por encima de un tejado de una casa vieja patrimonio histórico de el Jardín del Odio, para mi ese tejado es solo otro escenario donde algún día una pareja de mininos fornicarían observando el halo que se forma alrededor de la luna. Han pasado las horas lentamente, consumo cerveza y nicotinita, intento hablarle a J.D. porque ya me está torturando el silencio....

Rock & Roll.... He agotado las canciones, he matado el punk, he perdido unas horas de mi tiempo y mi mente se ha nublado automática. (He muerto asesinado por los segundos que han pasado desde que tatuaste en mí tu ausencia). Enciendo un cigarro y me doy cuenta que ya es mas de la media noche, me he hartado de observar el cielo y agacho mi mirada hasta toparme con un desgastado anden, donde miles de personas que lo han transitado han dejado un pedazo de su alma y jamás se han dado cuenta, así que de ningún modo vendrán a recoger ese viejo fragmento. Observo unas letras grabadas en el cemento, un viejo letrero que dice Gas Natural, de este se derivan unas líneas marcadas fundiéndose en una hendija adornada por una fila formada de viejas colillas de cigarrillos, que probablemente llevaran meses ahí y nadie había tenido el placer de apreciarlo como yo en este momento, sobre esta línea caminan unas cuantas hormigas que continúan su labor mientras las observo fijamente, ¿será que aquellas hormigas se sentirán observadas? ¿Será que alguna de esas hormigas observo el cielo durante horas alguna vez? Ahora soy yo quien me siento observado, un ensordecedor grito proveniente de un zombi que vegeta en las calles del Jardín del Odio mientras la noche es mas oscura, me saca de aquel trance y el bello momento con las hormigas, aquel zombi me pide una moneda mientras lo miro con desprecio, le digo que se vaya que me molesta su presencia, su aroma, su lenguaje y todas y cada una de las acciones que realiza, el zombi se retira mientras yo intento volver a percibir aquel mundo de las hormigas, pero siento que soy incapaz de concentrarme, soy consciente que los mejores resultados son causados por una improvisación... así que mas bien le pido otra cerveza a J.D. y le invito a una mientras me dedico a contar uno a uno los Zombis que pasan por mi derredor en busca de una moneda. Vaya, hoy he contado los segundos, las nubes, los zombis, las canciones.... Creo que mi percepción si se hizo mas aguda desde que aquel hombre viejo decidió volarse el corazón.

Quisiese tener un arma y acabar uno a uno con los zombis que degradan el Jardín del Odio, esto se ha vuelto un lugar de indigentes, que deambulan como sombras, son organismos sin alma dedicados a la dependencia de la escoria voluntariamente adquirida, exigen una moneda y si no tienes algo para ofrecerle te ganas un insulto o hasta una pedrada. Malditos zombis, reitero han dejado las calles del Jardín del Odio mas deshonradas, las han convertido en un lugar mas inseguro de lo que alguna vez pudo llegar a ser... he contado 28 despojos de humanidad totalmente diferentes, todos en busca de alguna moneda para saciar su hambre de dependencia. ¡Yo solo quiero cazarlos!!! (Pienso para mi en un vago momento de lucidez), - ¡vete de aquí maldito cabrón,  tu presencia me asfixia!!!- le grito a un vagabundo mientras le doy el ultimo peso que me queda en mi desgastado bolsillo. El tiempo se me agota mientras Nancy se apodera nuevamente de mi cabeza, desearía tenerla a mi lado mientras cazamos unos cuantos zombis y luego los convertimos en un hermoso tapete que adorne la entrada del infierno.

He aniquilado el punk, no pude ser el Sid perfecto, solo quise ser Sid.
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Foto del autor Rolando Perez
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Descripción

Palabras Clave: Sesiones Encontradas: V Flácidos Actos 25 hits musicales antes de meterse un balazo el placer de una muerte lenta.... Rock & Roll y cartas a Natalia Spungen.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos


Creditos: Texto: Veneno, Ilustración: Iván Felipe Gutierrez

Derechos de Autor: Veneno, Iván Felipe Gutierrez


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alma

amigo querido veneno... te dejo un consejo que quisas te sirva o no..... cuando nos pasa esto de alguna manera perder a un ser qiuerido no importa la sirscunstancia..... es guardar lo mas lindo que pasamos con ellos y los momentos mas marabillosos que recordemos dentro de nuestro corazon, y aunque nos duela la vida sigue, dejar ese cofrecito para siempre dentro nuestro... pero mirar para adeloante cueste lo que cueste y seguir amigo otra no mos queda.... sacar fuerxas y seguir esperando que la vida nos de otra oportunidad................... algun dia llegara la felicidad perdida......... mis estrellas por el sentimiento y mi humilde amistad....... espero te sirva.......... estrellitas para ti...... tu amiga..........alma.
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July 09, 2010
 

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