Entre vuelos desplegados
Con alas perfumadas
Con ráfagas de aromas abrazados…
                                                                     Compartidos…
 
De vuelos impecables
Frescos y perfumados
 
Sobres las cumbres
Sobre los mares
Sobre las sábanas
 
Sobre el candor de mis silencios…
Sin palabras, perdido en tu imagen…
 
Y en mis deseos que estallan de madrugada
De mi sexo, en mi cama
Aun sin ti, tan solo soñándote.
 
Entre mis gritos mudos,
Que a escondidas explotan
En lágrimas incontenibles…
Tan enamoradas y húmedas…
Como todo el amor y la humedad que deseo de ti…
 
Así vuelo…
Entre las cumbres…
Inmensas,
Indescriptibles y majestuosas,
Pero solitario amor…
 
Sin ti.
 
Aun sin ti…
Me elevo a los vientos más despiadados…
Despliego mis alas…
Desesperado y entregado…
Al milagro o mínima posibilidad,
De llegar algún día a encontrarte,
sobre los cielos de alguna cumbre…
 
Porque tan lejos te encuentras de mí,
Como las aves…
 
Ellas siempre vuelan apuradas…
Como distanciada y apresurada, de mí te he de notar.
A ti…
Como las aves…
Alejándote tan de prisa…
Tan lejos de mi…
 
Reemplazando recuerdos únicos,
Con presentes amargos y absurdos…
Recuerdos que aun nos pertenecen princesita,
Capítulos de una leyenda, ya leídos y vividos…
 
Tan dulces nuestros labios…
Secos ahora.
 
Con supuestos logros,
Concebidos por la mediocre rutina inventada por ambos,
En otros brazos e historietas…
 
En sabanas con olores diferentes
y mucho menos agradables…
 
En decoraciones de hogares
Menos delicadas y carentes de inspiraciones…
 
En armarios más desprolijos
Y con vestimentas menos perfumadas…
 
En canciones sin ritmo y sin locura
Y sin bailes desbordados…
 
En domingos torturantes,
Fingiendo la felicidad y calma…
 
Tan lejos de mi…
Tan pero tan lejos…
Que ya no creo poder llegar al lugar en donde te encuentras…
Aun sabiendo que te alojas en el centro de mi corazón…
 
Lejos y presente siempre…
Como mis sueños más románticos y preciosos…
 
Como las aves…
Como las aves que emigran a otras tierras,
Dejándome fascinado por sus vuelos, sin regreso…
 
Y solo…
En el peor de mis otoños
Y sin piedad luego…
Solo también…
en todos los inviernos futuros y eternos…
 
Y aun así…
 
Tan divina…
 
Que me sigues enamorando sin estar a mi lado…
 
Tan lejos de mi… como las aves…