En el parque, a la misma hora... (Capitulo 1)
Publicado en Jul 11, 2010
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Un inesperado encuentro
 
La tradición popular tilda a la primavera como la época del amor, sin embargo, no todas las historias de amor comienzan ahí.
Claramente el parque de la universidad, en invierno, no era un lugar atractivo y menos romántico para nadie. La niebla invadiendo todo y los árboles completamente deshojados, más que entregar una visión romántica e idílica, ofrecía una triste y deprimente postal. A Javier, esto, no le importa mucho. Hace solo unos meses que ingreso a la universidad, se encuentra en una ciudad extraña, lejos de su familia y concentrado completamente en sus estudios. Por ello, cada tarde, sin importar como este el clima, se dirige sagradamente con un libro bajo el brazo al parque de la universidad a leer. En el rincón más alejado y sentado en un viejo escaño bajo un gran sauce, Javier se pierde en la lectura, dejando su mente en blanco, para olvidar, aunque sea por un momento, la tristeza de tener a los que quiere lejos.
Es un día de pleno invierno, de esos con fuertes vientos, intensa lluvia y uno que otro trueno, cuando Javier la conoce. En un principio se cuestiona que hace ahí, como puede ser que una mujer tan bella se encuentre en ese lugar, considerando las inclemencias del tiempo. En solo un lapso de segundo lo entiende, quizás al igual que el, quiere pensar en nada y olvidar una que otra cosa.
Como todas las tardes, se sumerge en la lectura, ni la lluvia, ni el viento le quitan la atención. Luego de algo más de una hora, Javier levanta la cabeza, quiere regresar a la casa que comparte con amigos. Al observar hacia el frente ve que la bella muchacha sigue ahí, completamente mojada y con la vista perdida en la nada. Javier deja el escaño, abre su paraguas y decide retirarse, pero una voz en su cabeza le dice que le pregunte a la joven que le ocurre, rápidamente se pone en su lugar y si a el le preguntaran algo así, cuando lo esta pasando mal, lo mas probable es que un par de palabrotas sean la respuesta. Por eso sin mas, toma rumbo a su casa, lo que se ve interrumpido por una petición de una tierna y dulce voz. Javier se gira rápidamente para ver que ocurre y se encuentra de frente con la muchacha, la que con los ojos brillantes y un gesto en su rostro de dulzura le pegunta si lo puede acompañar a la salida de la universidad, porque le da miedo caminar de noche por sitios oscuros, Javier no responde, solo mueve el paraguas para protegerla de la lluvia y sin quitarle los ojos de encima, comienzan a caminar.
Durante todo el camino, ninguno articula palabra alguna, solo caminan con la mirada hacia el frente, escuchando ambos, solo el sonido de la lluvia y sus pasos chapoteando en las posas de agua. En la entrada de la universidad, Javier detiene el paso y temerosamente observa a la muchacha, no sabe que hacer, si decirle adiós o preguntarle a donde va para acompañarla. La joven parece darse cuenta de lo que esta pasando, levanta la cabeza y observa a Javier a los ojos.
-Gracias por acompañarme, no hubiese sido capaz de venir sola hasta acá, como te dije lo oscuro me da mucho miedo.
-No te preocupes, no es nada, era lo menos que podía hacer.
-Si, bueno… He, hasta aquí llego, solo tengo que esperar locomoción. Gracias de nuevo… ¿Cuál tu nombre?
-Javier, me llamo Javier
-OK, gracias Javier. Yo soy Beatriz
-Pero si quieres, te acompaño hasta que pase la locomoción, no creo que sea bueno que te quedas sola a esta hora y más encima mojándote.
-Si me quieres acompañar, no me opondré. No te lo había dicho, pero, no quería quedarme sola.
Javier vuelve a observar hacia delante, lo que Beatriz imita y lentamente caminan hacia el paradero.
 
El sonido de la puerta cerrándose, hace entender a Dafne que su amigo ha llegado, por lo que su angustia desaparece rápidamente. Corriendo baja la escalera y sin previo aviso enciende la luz del living. Javier, asustado, se voltea para ver que ocurre y se queda observando a su amiga, la que esta de brazos cruzados observándolo.
-Un día de estos me vas a matar de un ataque al corazón –dice Javier mientras se despoja de su chaqueta completamente mojada.
-Primero me muero yo de la angustia de no saber donde andas ¿Por qué vienes llegando a esta hora y todo mojado? ¿Dónde estabas? –Pregunta molesta Dafne, sin ocultar su preocupación
-¿Desde cuando que vivo con mi mama? Dafne, estaba donde siempre, haciendo lo de siempre
-¿En el parque de la U leyendo?
-Si, en el parque de la U leyendo ¿Dónde mas?- Contesta Javier a estas alturas algo molesto
-Ya no te enojes, soy tu amiga, te quiero mucho y por eso no quiero que nada malo te pase. Ya mejor tomémonos un cafecito y conversemos de algo entretenido. Cámbiate ropa mientras pongo el hervidor – Propone Dafne mientras camina hacia la cocina. Javier la observa caminar y mueve la cabeza con una sonrisa de resignación.
Sentado en su cama no deja de pensar en lo que le ocurrió durante su jornada de lectura, siempre que iba a leer al parque, estaba solo. En cada parpadeo que da, no deja de ver los dulces ojos de la primera acompañante que ha tenido en el parque, lo dulces y tristes que parecían. Un fuerte portazo lo saca de su divagación, rápidamente se levanta de la cama, para terminar de sacarse la ropa mojada.
Sin importar lo mojado que esta, entra a la casa sin ni siquiera limpiarse los pies. Tiene un objetivo claro, llegar a la cocina donde esta Dafne, para darle una noticia. Sin anunciarse entra a la cocina y sin más, casi gritando, le pide a Dafne que adivine lo que vio. Dafne con la cara desfigurada del miedo y la impresión, se voltea, dejando caer la taza que tenia en sus manos.
-¿¡Por qué me asustas de esa manera Amaro!? –Pregunta gritando Dafne – ¡Mira lo que me hiciste hacer!
-Ya perdona, si no te quería asustar, pero es que esto es muy importante
-Espero que sea importante. Mira como estas dejando de barro y agua el piso. Así que dime rapidito ¿Qué paso? ¿Qué es eso tan importante?
-Adivina a quien vi muy acarameladamente con una niña – Desafía Amaro a punto de estallar con las noticia
-Que copuchento. ¿Por una tontera como esta me asustas y ensucias la casa? –Arremete Dafne, saliendo de la cocina, demostrando lo poco interesada que esta en el tema. Al pasar junto a Amaro, este la toma del brazo, deteniéndola y le revela la gran noticia.
Sin creerlo, Dafne se gira hacia Amaro y lo observa sin poder entender lo que escucha – ¿Javier en el paradero se estaba besando con una chica? Por eso llego mas tarde de lo habitual –Comenta Dafne entendiendo la tardanza de Javier.
Al abrir la puerta de su cuarto, Javier se percata de que el gran barullo que había en la cocina, se transforman en casi inexistentes susurros. Más que por la intriga que le causa, sino que por el café prometido, Javier acelera el paso e ingresa a la cocina. Tanto Amaro como Dafne se quedan en silencio, observan a Javier como tratando de descubrir algo. Javier se siente intimidado con la situación, algo nervioso, pregunta por el café. Dafne como saliendo del transe y dibujándose una sonrisa por lo que se acaba de enterar, le contesta que se siente, que ya esta todo listo. Javier sin entender, camina hacia el comedor. Amaro no quiere perderse el momento en que le saquen mentira verdad a Javier, por lo que corre a su cuarto a cambiarse de ropa.
Sentados uno enfrente del otro, no hacen mas que beber el café, Javier ya no quiere seguir con la duda de lo que estaba pasando en la cocina.
-¿Me van a contar lo que paso en la cocina? También vivo en esta casa
-Solo si tú me cuentas, que paso en el paradero – Responde Dafne irónicamente, generando que Javier de la impresión escupa el café sobre el rostro de Dafne.
-¿Cómo te enteraste de eso?
-En esta vida todo se sabe –Contesta Dafne limpiándose la cara con el mantel – Menos mal que esto no estaba caliente.
Casi volando llega Amaro, el cual se percata que la bomba ya exploto y se lamenta por ello, comenta que quería ver las caras de impresión con la noticia
-Entonces fuiste tu el que trajo la noticia – Acusa Javier a Amaro, el que se queda estático sin saber si afirmar o negar la acusación, no sabe las repercusiones que puede tener hacerlo.
-Ya relájate Javier, si no tiene nada de malo – Interrumpe Dafne para hacer la situación un poco menos tensa – Si algún día nos enteraríamos, además no tiene nada de malo. Te creo que te pongas así, si te hubiesen pillado con un hombre, eso seria horrible, yo te quito el saludo para siempre - tanto Javier como Amaro se miran, y no aguantan la risa al escuchar las palabras de Dafne.
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Foto del autor Joaquín Varela Gutierrez
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Descripción

Javier, un aficionado a la lectura, se refugia más en ella para olvidar sus problemas. Este mismo habito le hará conocer a la que cree es la mujer de su vida, acontecimiento que cambiara su vida y la de todos los que lo rodean.

Palabras Clave: Parque amor desamor homosexualidad

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficción


Creditos: Joaquin Varela

Derechos de Autor: Joaquin Varela


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