Barrio vacunado contra las luces del centro,
a salvo del rapto sartreano,
de un fino escarceo de niña bonita.
Felíz callejeo por ruinas que amé,
por tu risa valiente,
tu casa marcada designio invocado
para silenciarte,
memoria que entierra el fervor,
la mística muda mirando pa'dentro.
No hay nadie esperando fronteras
ni salvoconductos,
apenas el gusto por nobles veredas,
esquinas del tiempo, malvones resecos,
vecinos tan viejos que ni se saludan.
Barrio ninguneado por las luces del centro,
a salvo de un plano Fellini,
hurgando misterios
idiosincracia del desespero.