A ella la excitaba mucho verme a los ojos
Mientras que sutilmente me excitaba
Y ver a los invitados disfrutar a vernos bailar
Provocándonos en el límite de todo
De la ley y la nobleza
De lo insinuante y de lo explícito…
De lo espiritual y de lo físico…
 
Ella sudaba disimulada
Y dilataba poco a poco sus pupilas…
Moviéndose con mayor seguridad pero contenida…
 
Mantenía la armonía de la sensualidad
Extasiada… viéndome…
Viéndome clavar mi mirada en la suya…
Viéndome perder el compás y el sentido del tiempo…
Viéndome las manos tan traspiradas…
Y el brillo en mis labios, que tanto la deseaban…