El intruso (Relato)
Publicado en Jul 19, 2010
- No, no oigas al ruido de la calle. No vuelve. No puede volver. Alejandro intentaba convencer, una vez más a Elvira; pero ella seguía alimentando el delicioso y doloroso final una y mil veces más. Los encuentros sexuales entre ambos, de esta manera, se hacían insufribles para Alejandro lo mismo aquella noche que las demás. Diego seguía unido a las zonas concretas de la piel de Elvira. - Elvira... tú me tienes para que te cuente la verdad. Y la verdad es que Diego no va a volver nunca más. Elvira no le hizo caso. Como siempre. Ella sabía que Alejandro renunciaba siempre a las cosas que estimaba no poder alcanzar; pero ella tenía un cuerpo y tenía una edad como para ser mucho más optimista. Alejandro encendió un cigarrillo cuando Elvira rompió su silencio... - Es tan gracioso... Nadie puede llamarse Alejandro si tiene tu espíritu. - ¿Mi espíritu?. ¿Qué tiene que ver mi espíritu con todo esto?. - Mucho. Alejandro es Magno. Ningún Alejandro es como tú. La indiscreta mano de Alejandro se posó sobre el muslo de Elvira. - Va a matarnos... ¿no lo ves?. - No, Alejandro. Diego no es capaz de matar a nadie. - Entonces admite que Diego no volverá más... Elvira abrió las piernas. Y comenzaron ambos a copular... - Ni siquiera estoy asustada Alejandro intentaba inútilmente apartar a Diego del cuerpo de Elvira. A medida que la penetraba era Diego quien estaba allí, sobre ella, fornicando con ella, besándola a ella, amándola a ella. Y Diego, además, se reía de él con total alevosía. Así que se levantó de la cama, se vistió y dejó que, una vez más, el intruso de Diego siguiese haciéndole el amor a su querida Elvira. Hasta que algún día Diego los matase a los dos.
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luis jos
Saludos.:)
Luis.