Hoy no vengo a darte consuelo.
Se consuela al débil, al desvalido,
al amigo herido que no logra sanar.
Para ti sólo tengo motivos
y un breve tiempo para sembrar...

Un motivo para despertar y vivir.
Un motivo para resistir y luchar.
Un motivo para que confíes en ti.
Un motivo que te impulse a volar.

Hoy no vengo a darte consuelo.
Se consuela al derrotado, al vencido,
al ser querido que nunca pudo llegar.
Para ti, corazón, sólo traigo motivos...
¡Y hay un motivo para soñar!

G.S.A.