Vampiro y Yo
Publicado en Jul 22, 2010
Nadie murmuró su nombre
cuando el amanecer le dolía en la mirada. Un sol desangrado, como siempre mordía su pupila. En el recuerdo oscuro del paraíso el cuello de una mujer lo invitaba al beso. Aquel paraíso rojo que la piel esconde en torrentes de gota a gota. El cuello de una mujer crece en su deseo en sus dientes y en su alma que nunca muere, como Yo.
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inocencio rex
Eduardo Fabio Asis
nydia
excelente...
me lo llevo, a favoritos..con tu venia querido
besos
Eduardo Fabio Asis
Guillermo Capece
realmente es un poema que me convence de la forma excelente que trabajas la poesia.
Eduardo Fabio Asis
Roberto Langella de Reyes Pea
Eduardo Fabio Asis
Roberto Langella de Reyes Pea
Eduardo Fabio Asis