Hola, me llamo Jonatan, y esta historia la invente hace mas o menos un mes, decidí hacer esta pequeña introducción, si a ustedes les interesa saber cómo sigue, yo lo seguiré. Si es que no, me lo dicen y listo, dejo esta e invento una completamente nueva, y más rápida. Lo que pasa es que, esta me gusta más, porque se puede jugar más con la historia y con la realidad de cada persona. Bueno, gracias por su tiempo, y espero verlos pronto. SEE YA.

ATTE. Jonatan Sanchez

La luz y la oscuridad

Sería muy estúpido decir que conocemos todo acerca de la luz y la oscuridad. Solo tenemos pequeñas hilachas de lo que es la gran soga del tiempo. Nosotros, solo conocemos aquello que ha sido escrito o, mejor dicho, descripto en los libros y las leyendas. Pero, como toda leyenda, siempre uno encuentra una que le llama más la atención que otra. Esta es mi historia, y no sé si será el momento correcto para esparcirla a la idea del humano común. Pero, como mi tiempo en este mundo se está acabando, es mejor dejar este relato, así la gente comprende porque un hombre debe dudar de su propio ser, y no de las verdades escritas. Espero este relato les dé una idea más clara de este mundo.

Capitulo 1: Sellos y pergaminos

Antes de comenzar, debería presentarme, me llamo Eustass Gerard Klinimou Selan, pero, mis amigos me llaman "Gary". Tengo 23 y soy un redactor del diario "Clarinete". Mi trabajo es simple, y un poco monótono. Solo debo de reorganizar el diario, asi como leer, transcribir y finalizar los trabajos de los reporteros. No es un trabajo complicado, pero, lleva tiempo. Objeto por el cual, no tengo vida social. En fin, como todo el tiempo, nada en mi vida, sobresale del todo los días de la gente. Llego al trabajo, escribo, termino mi trabajo, me alimento, y regreso a la cama para recomenzar a la mañana nuevamente. Los únicos días que tengo para mí mismo, son los domingos. Pero, nunca sobra el tiempo, porque, mas de en una ocasión, me han dado trabajo para terminar en mis momentos de recreación. En todo caso, si no requieren de mi, tiendo a utilizar mis descansos relajantes, para sentarme cerca de un árbol y leer historias de autores desconocidos, que me remonten a épocas de gloria y honor. Épocas medievales, Samuráis luchando, guerreros, dando hasta la última gota de sangre por un bien propio, HONOR por sobre la vida.
Ah, que no daría yo por ser así. Pero, como siempre, una simple gota de lluvia en el libro, es suficiente para remontarme nuevamente a la única y aburrida realidad. Bueno, creo que es parte de todo ser humano en este mundo soñar. Sin embargo, poco conocía lo que sucedería cuando estaba leyendo una de las entrevistas de una compañera del trabajo.
Caralina Deleti, como solía llamarse a sí misma. No entiendo si era porque quería mantener su nombre real escondido por vergüenza o solo por tradición a los reporteros del pasado, que siempre debían de estar de "encubierto".
Así fue, como un simple domingo, llegue de la casa de mis padres, luego de hacer la clásica visita de todos los sábados a la noche. Clásica en realidad, solo por la cantidad de mujeres que mi madre me presentaba como pretendientes. Si, para aquellos que se preguntan, mi madre es como una "organizadora de bodas". En toda conversación, nunca faltaba el "No dejare que mi querido hijo se case con una simple plebeya, salida de las alcantarillas". Así es como, cada semana llamaba a todas sus "amigas", con sus respectivas hijas. Las invitaba a tomar el té, solo para que yo conociera a una y a otra, mejor de lo que yo me conozco a mí mismo. No obstante, he conocido a gente muy simpática, pero, nada más con tener una conversación de 15 minutos para que se notara su ser "refinado", en todo rigor de la palabra. En fin, para no aburrirlos con más de esto, seguiré con lo ocurrido en mi hogar.
Al intentar abrir la puerta de mi casa --que aun siendo de metal, era bastante ligera-- fue casi un problema para mi girar el pestillo y correrla. Tuve que implementar mucha fuerza y demasiada técnica para poder abrirla. Ahí fue donde encontré este paquete que decía, "Gary, léelo tú solo, no dejes que nadie más lo lea. Caralina". Un paquete de Caralina, uno siempre piensa que cuando recibe un paquete asi o una carta, siempre será destinada para algo con tintes románticos. Pobre iluso de mí, que no tenía ni idea de lo que sucedería después. Al terminar de leer esta nota, no podía aguantar la ansiedad de saber que era, y como no dudaba de que fuera algo importante, despedace el paquete, y solo me detuve a observar un pergamino sellado con el título de "Luz y Oscuridad".

Fin capitulo 1