Rescoldos. Poema de Alberto Carranza Fontanini
Publicado en Jul 26, 2010
Algo de la infinita trama del amor reluce en los
vaivenes esporádicos de la barca de aquel pescador deshabitado por la herida que derrotó su alma. Fue por eso que atrincherado en la costa de marfil, lo sedujo una sirena inviolable que subrepticia se deslizó hasta el espigón leonado y lo atrapó hasta llevarlo a la ignorada profundidad en la que de nada valía boquear, ni combatir los repentinos labios embriagadores, labios desconcertantes durante el caos seductor, labios inaprensibles como carcajadas de Dios quien al final es quien decide el intrincado juego del todo y la nada quien decide el principio o el final del pescador que tantea el bello fruto prohibido, y que sin darse cuenta se postula hacia el furor del ser y el no ser más que otro mortal de piel tajada, de rostro incoloro, de revueltos cabellos, devorados por inusuales caricias, consumido durante el raro acople a sabiendas que las cenizas ya no podrán ser sopladas en la superficie que atañe a los mortales, ya que queda dicho que lo irracional es aguja de plata, y que ese corazón irreverente ganó algo nuevo y punzante algo sutil y escurridizo. Ya que ese rostro herido de lágrimas y desecho, de temores vagos y circustanciales al volverse canto de pájaro es ensueño, y al volverse indiferente extiende sus alas pues olvida las penas de un alma ya deshabitada...
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MARIANO DOROLA
la melodía invisible y prodigia que calme cada una de las caricias invisibles de días y noches solitarias...
como sonido de gestos, compañía o mimos y caricias...
como despertar de pesadilla inolvidable... ida a pocos pasos...
DIOS TE TENGA EN LO ALTO ALBERTO
SIEMPRE
TU AMIGO
MARIANO DOROLA
Getzeman
araukaria