Tu y yo codo a codo, mano a mano
sudor de frente, trabajo, esfuerzo
en el campo, con una pala, con un rastrillo
así cuidábamos nuestro jardín de rosa rojas, amarillas,
blancas. 
 
Cada mañana las riego, les hablo, las acaricio
jardín de los encantos, margaritas, tulipanes,
y violetas las más frágiles, las rosas las dueñas del jardín
ahí ellas se lucen se pavonean cuando de lejos las vienen a visitar
jardín famoso por su variedad de colores, por sus aromas llenos de amor.
 
Y ahí me quedo horas observandolas extasiada de tanta belleza,
de tanta delicadeza, de tanto amor que me regalan cada día y cada anochecer,
susurran a mi espalda las muy traviesas, susurran que yo las cuido para que cuando
el venga, vea lo hermoso que está su jardín, que ingenuas, el nunca va a volver,
es que ellas no saben que el se fue porque encontró una nueva flor y ya tiene otro
jardín a su lado.
 
Mis lágrimas le dan ese brillo especial, mi canto de tristeza las hace bailar,
y ellas solidarizan conmigo y cada día son las mas bellas del lugar,
ellas conocen la historia de ese amor que ella con cariño cultivo, pero que
que con engaños el la cautivo y que de un día para otro, por otra la cambio.
 
Eme aquí en este jardín de sueños engañados
cultivando cada día una rosa mas bella
por si vuelve ese ingrato de mi amado
que me hizo soñar sueños ya olvidados