Ondulacion de la ceguera
Publicado en Sep 01, 2010
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Santiago Linari
                             Ondulación de la ceguera
 
 
Tiene la viejas lagañas como de mar. Y una impronta vencida, la puerta que da sobre el patio del nuevo siglo con los malvones y los geranios para alumbrar la dicha del abuelo, la casa que nunca termina, los pies de la madrugada con el sabor de la yerba mate y los bizcochos .
Inventa una mala literatura mientras escucha la radio, deja todo tirado por el piso, sus zapatos, las sábanas y los cables, las cajas de bombones y los sueños. Todo tirado. Un pleno revoltijo, como las calles de Boby , siempre colgándose del muro para ver el mundo en el culo de las botellas rotas y el merodear de las ratas, sus largas colas, sus silencios como cortes de la piel profunda en la noche tan temida; no hay pasos en el psiquiátrico de enfrente, hay una ventana enrejada y cientos de pasillos y mucamas y doctores que dan a luz un hijo con cabeza de aspirina, el hijo desnucado de la ciencia, para conmoverse en las esquinas con el tango y el batifondo que se despeña sobre las altas cumbres del  delirio, reposo fugitivo de la mente asediada . Hay escaleras de silencio con mármoles de tumba, lo que el hombre no puede permitirse, caer en el sin sentido para atajar la noble calavera en un juego doméstico, un relleno de merengue que se prepara en grandes  cacerolas de barro, un pescado vivo, como si fuera un gran surubí o mariposa de mar para enchastrar las manos de sangre y tomar los cordones mas débiles de la horca y empujar  con el engrudo sobre el papel y junto a los cadáveres de litio, las manos encarceladas dentro de los motores de la niebla, la profunda sumisión al sufrimiento, los pasos  de cristo sobre los carbones encendidos y la sorpresa de los cristales tan brillantes . Busco desplegarme en esos territorios oscuros y amargos y solo consigo una leve impotencia que me paraliza sin gritos, como una seda me muevo en el invierno de mi mismo, sin palabras y al dormir me escabullo penetrando en el silencio mas hondo, lleno de ternura, madre recostada de ojos azules, madre de los enfermos que gimen durante el día su herida dolorosa como la virgen.
Sé que en la penumbra esta tan quieta tu sombra lívida, una sombra congelada que es como la presencia del absurdo, mientras aprontamos las valijas, entramos en los tubos de cemento, damos vuelta en la calecita y siempre encontramos la extrañeza de ser  tan ajenos a todo, cubriendo de flores a los muertos del pasado; a mi propio cuerpo matando para ser presente y estar en las ambiguas querellas de los homosexuales de turno, viendo como se viste el mundo por detrás, arrojando piedras desde la estancia, el embuste de las cartas del tarot, los recuerdos acoplados a la sutil anatomía y ver caer la piedad sobre tus narices, ver que te despeñas, que te abalanzas sobre las comisuras y hay mucha niebla  dentro del grito, mucho tabaco para  morir, hay persecuciones por dentro, papas asadas que nadie toma, medicamentos.
Hay una forma de acomodarse al placer  y desvestirlo de a poco, dejando que se aturdan los pliegues de su ropaje; yendo y viniendo por los caminos con la frente arrugada y un gran bastón y un carro que transita por la senda. El mundo es como una cebolla llena de niños agónicos , niños envueltos  en moscardones contemplando cara a cara como se da vuelta la razón y se pierde la conciencia detrás de un plato vacío y la leche merengada y tanto pájaro que canta hasta dejarse caer desde el silencio. El mundo siente frío de ser mundo, se ve a sí mismo como esqueleto sin ternura, como corazón dominado. Hay música para el espacio mas vasto, hay aroma de pan cocinado, subsuelo para los peregrinos que vienen a recorrer distancias eternas de fe dolorosa.
Y se zampan un vino y son reyes y hay perfumes de ficción y costras para simular la llaga abierta del vaivén a la hora del grito profundo del silencio cuando canta la noche con sus estrellas y los locos sienten la bolsa de piedras despeñada en sus corazones.
 
 
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Foto del autor Santiago Linari
Textos Publicados: 20
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Descripción

Ondulacion de la ceguera. Poesa en prosa.Descubrimiento de la sorpresa y el asombro

Palabras Clave: ceguera corazon tabaco

Categoría: Poesa

Subcategoría: Poesa General



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Leidy Mar

Un texto lleno no de imágenes sino de percepciones. Muy complejo, muy profundo. Un gran trabajo amigo. "una sombra congelada que es como la presencia del absurdo", aterra a veces. Saludos y felicitaciones.
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September 01, 2010
 

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