Cerriles
Publicado en Sep 01, 2010
La tropilla de cerriles, se perdió en el horizonte
Dantesca, fugaz visión se esfumó tras de los montes. Eran más de treinta potros, entre ellos, algunas hembras, con ijares sudorosos, negras y húmedas guedejas trémulas sobre los ojos, brillantes, igual que estrellas. El repicar de los cascos, hizo retemblar la tierra, hasta perderse a lo lejos, como ecos de una tormenta. Tardó en asentarse el polvo que desató la carrera de esos inquietos cerriles que no saben de la hierra, que viven en libertad y recorren las praderas, como bebiéndose el viento, resquebrajando la tierra en busca de las pasturas ó de agua cuando escasea. Y si encuentran algún río ó hasta un arroyo, se llegan. Sumergidos en sus aguas, parecen niños que juegan. Ya no son los montaraces que por delante se llevan, todo lo que se les opone, sin que medien consecuencias. También de salvajes tienen esas violentas peleas, en el periodo de celo, cuando disputan las hembras, hay que verlos combatir, sobre sus patas traseras, Agresivos, casi humanos, sin darse aliento ni tregua. La condición se repite para todas las especies. Los machos encabritados, peleándose por una hembra, sometida al que resista, en esa feroz contienda, de la que si sale vivo, no ha de ser sin consecuencias.
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haydee
Gracias por tu presencia.
haydée
daih
Hermoso texto haidee siempre describiendo con belleza lo que te rodea. estrellitas.