La Ta Angustias
Publicado en Sep 01, 2010
Nunca un nombre tan bien puesto como el de mi tia, Angustias.
Visita los camposantos, colecciona flores mustias que intercala entre las hojas de los libros que atesora, esos perfumes la embotan y la adormecen por horas. Además de adormecida y de excelente lectora, tiene gustos especiales y costumbres bienhechoras. Adora los cementerios, visitar los moribundos. Les pregunta a sus parientes si serán pronto difuntos. Maquilla a los fallecidos para que se vean decentes acompaña a los deudos a tramitar expedientes. Recorre las compraventas y conversa con la gente. Angustias pasa su vida agitada, y angustiada, por causa del magro tiempo, que le alcanza para nada. Y su casa es un desastre, nadie lava, nadie plancha, nadie barre la vereda, ni se encarga de las plantas. Cuando de la calle llega, ¡Angustias, pobre mujer! ¡ cómo se angustia, da pena y es una pena de ver! Está todo por hacer y ella que se siente mustia, decide, con mucho tino, hacer lo que más le gusta Se recuesta en su chaisse long, comienza ufana a leer, unas cuantas pocas hojas, que la hacen adormecer. Es abrir un libro de esos de las hojas perfumadas que le embotan los sentidos y a él se duerme abrazada.
Página 1 / 1
|
Daniel Florentino Lpez
Un relato entretenido
Me gustó!
Un abrazo
Daniel
alma