No le hagas caso a la bruma de la noche:
Todos sabemos que la noche es penúmbras:
Pequeños pañuelos negros, chiquititos
que hacen empequeñecer la mirada del buho
aunque algunos juran que la agiganta.
No temas al viento si estás conmigo
porqué es falso toro sin guirnaldas:
Como mucho, se nos echará al cuello
y echará un bufido como quien pisa una charola.
Pero yo he nacido con una capota
y puedo sacudírtelo de los pies.
Y lo verás huír con ladrido de perro
a quien le han negado un hueso regalado.
No temas a la intemperie cuando estás conmigo
pues aunque no soy recio y apuesto caballero
tengo un corazón a la izquierda y otro a la derecha
y la larga hidalgía de mis nudillos sólidos.