La Camelia
Publicado en Sep 15, 2010
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Eran las diez de la noche.
Se topó con la Camelia en una franja del parque, conocida por ser centro de prostitución.
Pactaron preliminarmente sostener relaciones sexuales a cambio de dinero, pero sin hablar de cantidades especificas.
Luego de algunos  manoseos y afectos le dijo que sólo tenía cinco dólares en efectivo, lo cual encolerizó a la Camelia.
El travesti se quitó sus tacones altísimos y comenzó a golpearlo con uno de ellos y a exigirle que le revelara los códigos secretos de sus tarjetas de créditos y débitos; que ya le había rebuscado en su cartera.
Y con un tubo que había sacado de la parte trasera del auto  comenzó a atacarlo brutalmente, mientras destrozaba el billete de cinco dólares que él que le había entregado a cambios de sus favores sexuales.
Al principio él se negó, pero eventualmente le dijo que sólo tenía siete dólares en su tarjeta de ahorro.
Lo trepó a golpe a su auto y lo llevó al primer cajero automático que encontraron. Corroboró que era cierto; su cólera aumentó y con ella la intensidad del brutal ataque.
En algún momento llegaron hasta el puente de metal que divide al parque de la ciudad de donde lo arrojó al turbio rio.
Según creen las autoridades policiacas no estaba muerto al momento en que lo tiró…
Esta mañana varios rescatistas buscan su cadáver entre el puente de metal y la desembocadura del  brioso río.
 
 
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Foto del autor José Luis Marrero
Textos Publicados: 400
Miembro desde: Jul 28, 2010
3 Comentarios 281 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

El comercio sexual masculino tiene muchas maneras de actuar. La calle es la forma más antigua e insegura de ganarse la vida. Los servicios sexuales en la calle se limitan a determinadas zonas de las grandes ciudades y suelen ser los servicios de personas con el nivel socioeconómico más bajo.

Palabras Clave: relato prostitución masculina homosexualidad

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficción



Comentarios (3)add comment
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LOBOLEJANO

Parece que ambos llevamos cada quien su maleta repleta de turbias historias. Las tuyas con travestis y las mías con putas, pero al final del día, por poco que lo pienses, parece que se trata de lo mismo: las putas también saben usar los tacones. Muy buen relato.

Saludos,
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September 19, 2010
 

José Luis Marrero

de veras..es un mundo subterráneo que muchos conocen pero se niegan a mirarlo,,, porque los pueden lanzar a su propio río turbio,,,gracias por leerme y leeré lo tuyos...
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September 20, 2010

Jose Perez

Es el precio que se paga cuando uno va em busca de lo desconocido,ninguno estamos libres de que alguna vez nos pase algo parecido,cruel buen relato

abrazos
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September 17, 2010
 

José Luis Marrero

si pero cuidado que te tiren a un rio turbio....es broma papo
Responder
September 20, 2010

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