SI USTED SUPIERA PRINCESA…(página 3 del diario del Caballero)
 
Querido diario:
 
Tu que eres mi único confidente mortal…
Porque llegado a esta parte, te siento vivo…
Tu que me aconsejas amigo?...
 
Sería conveniente que robe algún segundo de mi mandato,
Para darle a ella una carta declaratoria?
En donde pueda expresarle algunos motivos reales,
Que imponen mi amor sacrificado a la distancia?
 
Quizás… ella conozca de punta apunta mi legado real…
No?
Quizás no sea necesario detallarle ninguna cláusula,
Ninguna de mis obligaciones que justifique mi lógica distancia…
 
Entonces, querido amigo, que hago?
…si… ya sé… solo le hablaré de lo que siento por ella a diario…
 
De los amaneceres a solas y a escondidas de mis soldados,
Dejando temblar mis piernas, sin poder evitarlo,
Observando la cálida obsesión del sol naranja,
Por darme la luz de su brillo piadoso,
mientras se va asomando…
Sabiendo de mis pensamientos solitarios,
Y de mis sentimientos debilitados.
 
De cada uno de mis enfrentamientos en batalla,
Luchando siempre tan desaforado…
De los continuos movimientos de mi espada, tan acelerados,
Buscando acortar los tiempos sin cordura,
Aniquilando…
Para no perder mi vida, ni la mínima posibilidad,
De algún día contar con la oportunidad,
De estar junto a ella abrazados…
Amándonos…
 
Tu que me aconsejas querido diario?
Tu lo crees oportuno?
Eso rompería el pacto de mi legado?