Mi angelito de la guarda
es un niño pequeño
que viene por las noches
a observarme desde el cielo

De repente baja hasta mi cuarto
y me observa al dormir
pero el no contaba
con que yo lo fuese a descubrir

Era una noche como cualquiera
pero desperté sin razón
entonces vi su rostro en la oscuridad
que me pedía silencio para no despertar

Yo no hice ruido alguno
y quedamos mirándonos los rostros
¿será que nos conocíamos?

Pasaron unos segundos
desvié un poco mi vista
y desapareció ante mis ojos

Quise levantarme y buscarlo
pero sabía que era inútil
pues solo había ocurrido
en el silencio de un susurro

Tal vez era el
en esa noche de julio

hace cinco años cuando desperté
asustada y paralizada
 
Alguien jugaba con mi cabello
y lo entrelazaba entre sus dedos

yo sentía el movimiento
que me tensaba a cada momento
 

Si su intención era tranquilizarme
no lo consiguió, es más,
solo agravó mi estado de pánico
y reforzar mi fe en Dios

Pero esta vez pude girarme
y saber a que enfrentarme
tuve susto lo admito
pero al verlo alivio hubo